Agencias | Fundamental vigilancia epidemiológica y genómica del virus Mexicanos descifran genoma de virus generador de COVID-19
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En el país circulan dos de los tres genotipos reportados hasta ahora.
La Secretaría de Salud conjunto a un equipo de científicos para caracterizar la secuencia del genoma de los variantes del virus SARS-CoV-2 que circulan en México.
Después de analizar 10 casos de introducción del virus al país determinaron y corroboraron que la mayor parte de dichas introducciones vienen de diferentes partes de Europa.
“Las secuencias de los genomas obtenidos muestran una alta conservación (un mínimo de identidad de 99.7 por ciento) en relación a la primera cepa del virus SARS-CoV-2, caracterizada en Wuhan, China. Los cambios identificados en los genomas definen la circulación en el país de dos de los tres genotipos reportados hasta ahora, el linaje A (también llamado G) y el linaje B (también llamado S), notificaron a través de un comunicado de prensa.
También encontraron evidencia de que posiblemente a partir de la segunda semana de marzo, comenzó la transmisión local entre personas que viajaron al extranjero y personas que residen en la misma zona en México.
El equipo lo conforma personal de investigación y especialistas del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos, del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y mexicanos que trabajan en la Universidad de Oxford.
También lee: Gana Mota-Engil licitación para construir Tren MayoConsideraron fundamental mantener una vigilancia epidemiológica y genómica del virus en el país para detectar mutaciones y variantes predominantes en el territorio, y así comprender su adaptación a ciertas características ambientales así como los determinantes genéticos y epidemiológicos con los que cuenta la población.
De igual manera aseguraron que la vigilancia de la evolución del genoma del virus es de alta prioridad pues permitiría detectar mutaciones y un cambio de comportamiento desde niveles de contagio, virulencia y estabilidad hasta la aparición de variantes que resistan fármacos, o disminuyan la eficacia de las vacunas que pudieran encontrarse o desarrollarse para combatirlo.
