En vilo, corridas de toros por la pandemia de Covid en México

Algunos estados desconocen cómo sería el regreso de la Fiesta Brava, ya que un aforo del 50% representa pérdidas.

Tras casi cuatro meses de inactividad, todos los colectivos del mundo del toro mexicano están dispuestos a ciertos sacrificios para facilitar la reanudación de los festejos con todas las garantías sanitarias.

En México no se celebra ningún festejo taurino desde el pasado 15 de marzo al obligar la pandemia al cierre de todas las actividades sociales, económicas y culturales.

Con los subalternos como los más afectados, la Unión de Mexicana de Picadores y Banderilleros ha enviado cartas para explicar la situación y recabar ayudas de los gobiernos estatales de Jalisco, Ciudad de México, Estado de México, San Luis Potosí y Tlaxcala, siendo este último el único que respondió a la asociación.

Juan Ramón Saldaña, secretario general de este organismo, explicó a Efe la necesidad de sus asociados por volver al ruedo: "Estamos en números rojos, por lo que nos hallamos listos para cuando diga el Gobierno".

Saldaña se mostró escéptico sobre la evolución de la pandemia porque en cualquier momento puede agravarse "y con ello detener la economía y así es difícil planear festejos".

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México se guía por un sistema de semáforos que se aplican por separado a los estados: el color verde permitirá organizar espectáculos de masas como la realización de corridas, novilladas y festivales.

 

PENDIENTES DE LA PANDEMIA

Augusto Figueroa, presidente de la Asociación de Empresarios, indicó que no se sabe "cuál será la evolución de la pandemia por lo que resulta muy prematuro dar un pronóstico de cuando se puedan programar corridas de toros".

A pesar de ello las asociaciones profesionales mantienen reuniones en las que se contemplan distintos escenarios.

Hay esperanza de poder dar algún tipo de celebración, en algún municipio pequeño, que se espera pueda estar en semáforo verde para octubre, quizás septiembre.

Estados muy taurinos como el de Hidalgo, colindante con la Ciudad de México, podrían ser los primeros en celebrar festejos y con ello reanudar la temporada de toros.

"Los taurinos debemos ser muy cautelosos por los ataques que recibimos. Sería muy negativo si se produjesen contagios en una corrida", asegura a EFE José María Huerta, presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Toros.

De lo que no hay duda es que la reactivación se dará sin poder vender más que un porcentaje del total de localidades.

Para los empresarios un escenario del 50 % de aforo representa una pérdida económica segura.

Ello hace que los ganaderos y los toreros desde sus respectivas asociaciones hayan afirmado la voluntad de reducir sus honorarios.

"Está en la mente de todos nosotros que estos tiempos obligan a una nueva economía de la fiesta, adaptarnos a la recaudación que haya por espectáculo", indicó Francisco Dóddoli, representante ejecutivo de la Asociación Nacional de Matadores de Toros y Novillos, Rejoneadores y Similares.

Para los ganaderos el tiempo de aprovechar sus reses bravas en el ruedo se acaba y solo el 30% tienen todavía toros listos para ser lidiados y en caso de no lidiarlos antes de noviembre se perderá ese ganado.

La voluntad de todos los sectores implicados es hacer sacrificios económicos y "si hay algo que repartir pues se reparte", exclama Reyes Huerta presidente de los ganaderos.

En cuanto a la Temporada Grande de la Ciudad de México cuya fecha de arranque suele ser octubre o noviembre, los entrevistados mantienen las dudas, algunos señalan a enero como la fecha más realista para el inicio del serial taurino más importante y largo del país.

 

 

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