Una hembra adulta de puma concolor fue cazada ilegalmente por pobladores de la comunidad de Mexicapa, en el municipio de Ocuilan, quienes luego la mataron y le quitaron la piel; por lo que autoridades ahora piden denunciar a los culpables.

El reportero de Excélsior Ernesto Méndez compartió a través de su cuenta de Twitter una fotografía de la puma, informando que el martes 26 de enero los habitantes del poblado habían cometido el delito y pidió ayuda a la Secretaría de medio Ambiente del Estado de México y a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

De acuerdo con el periodista, al parecer la hembra era acompañada por un macho, el cual también corre riesgo, pues la zona donde ocurrieron los hechos es conocida por ser una zona de tala ilegal.

El puma o león de montaña se encuentra en la lista roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y protegida por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).

El Artículo 420 del Código Penal Federal, establece que "se impondrá pena de uno a nueve años de prisión y por el equivalente a trescientos a tres mil días multa, a quien ilícitamente: realice actividades de caza, pesca o captura con un medio no permitido de algún ejemplar de una especie de fauna silvestre, o ponga en riesgo la viabilidad biológica de una población o especies silvestres o quien dañe algún ejemplar de las especies de flora o fauna silvestres, terrestres o acuáticas".

Buscan a los culpables

Con evidencia en mano este jueves y viernes, agentes de la Profepa en compañía de la Guardia Nacional, de la Policía Estatal y del alcalde de Ocuilan, Vicente Rivera Fuentes, acudieron a la comunidad de Mexicapa y realizaron un intenso operativo.

Los policías acudieron al domicilio de los agresores pero nadie les abrió la puerta, además de que habitantes del lugar dijeron que supuestamente solo habitaba ahí una persona con discapacidad, pero autoridades sospechan que los pobladores tienen miedo de denunciar a los cazadores por miedo a represalias.

Los agentes de Profepa llevaban una carta de inspección con el nombre del responsable, pero no válido como orden de aprehensión, por lo que no pudieron usar fuerza pública para entrar al domicilio.

Autoridades medioambientales también realizaron un recorrido por la zona boscosa del municipio para ubicar el cadáver del puma, pero aún no han logrado dar con él.