2020 nos trajo una pandemia, pero también una oportunidad grande de reinventarnos

Tras veinte años en Televisa, Eugenio Zambrano dio el salto a Estados Unidos para liderar La Merca Company, grupo dedicado al marketing digital donde la calidad humana prima sobre las cifras.

Antes de llegar a la cima en el mundo de la comunicación, Eugenio Zambrano Ruiz (Monterrey, 1977) trabajó como mensajero, intendente en una ferretería y conductor, oficios en los que aprendió a valorar a las personas más por su ética y compromiso que por su condición social. No en vano, hubo de enfrentarse a la vida siendo apenas un adolescente, especialmente tras fallecer su padre a consecuencia de una terrible enfermedad. Esa fue su primera prueba de fuego, y no cabe duda de que la superó con creces. Más adelante, Zambrano se desempeñaría durante años como productor, camarógrafo y editor en Televisa, antes de dar el salto a la dirección general del canal, primero en Chihuahua, y más tarde en Ciudad Juárez. Finalmente, y tras un importante periplo que le ha permitido crecer como persona y profesional en sociedades como Fraché, Subway y el Consejo Empresarial de Tamaulipas (CEDETAM), en 2019 decide ponerse al frente de La Merca Company, grupo dedicado al marketing digital para empresas en Latinoamérica, España y Estados Unidos —entre otras muchas funciones—, lo cual le supone un reto y una oportunidad única para seguir aprendiendo.

¿Cómo le explicaría a un joven de hoy en día, acostumbrado a tantas comodidades, que para sacar a su familia adelante hubo de dejar fiestas, ocio o amistades y ponerse a trabajar? 

Pues yo creo que la circunstancia de cada persona y cada familia puede ser distinta. En mi caso, mi padre falleció cuando yo tenía 17 años, y por entonces sabía que no teníamos ahorros en la familia, y que mi mamá, mis hermanas y yo estábamos pasando por momentos económicos difíciles. Recuerdo perfectamente el día en que reflexioné y llegué a la conclusión de que debía dejar a un lado las fiestas y el ocio, y que había llegado, de manera adelantada, el momento de empezar a trabajar.

Conozco gente que ha alcanzado este punto en momentos diferentes. Las circunstancias de la vida van dictando los pasos a dar. Sin embargo, yo sí les diría a los jóvenes de hoy en día que estén atentos y que siempre se esfuercen por dar ese extra. Asimismo les recalcaría que cuanto más fuerte y sólida sea la siembra, más generosa será la cosecha.

De todas las labores desempeñadas en el mundo de la televisión, ¿cuál ha sido la más gratificante? ¿Y la más ingrata?

Tuve la fortuna de desempeñarme en todos los puestos que abarca la industria de la televisión. Inicié en el año de 1999 como asistente de camarógrafo y de edición y como conductor de televisión. Posteriormente estuve en áreas operativas y administrativas, para después ser productor general de televisión. Después tuve la suerte de ser invitado a dirigir las áreas de ventas y de mercadotecnia, para posteriormente ascender a director general a partir del año 2011. También fui locutor y productor general en estaciones de radio.

Yo creo que todas las ocupaciones fueron gratificantes, solo que cada una, de diferentes formas y en diferentes momentos. En mis inicios en la televisión, mis funciones eran enriquecedoras en el sentido de aprendizaje, y también como un reconocimiento directo del público hacia mi persona. Posteriormente, ya como ejecutivo de Televisa, mis nuevos cargos también me aportaron mucho, aunque más en el sentido de una consolidación como profesional. Por suerte, en cada etapa aprendí de grandes maestros y recibí numerosas enseñanzas. Todavía hoy, después de veinte años de trabajo en Televisa, sigo aprendiendo algo nuevo a diario.

Cuando se llega tan alto en lo profesional, ¿a qué o a quiénes hay que aferrarse para no perder de vista el suelo?

En el mundo de la televisión es muy fácil perder el suelo, y más cuando empiezas a ascender posiciones. Sin embargo, en mi caso, creo no haberlo perdido nunca.

Siempre he tenido muy presente mi pasado. Procedo de una familia sencilla, donde todos los días se batallaba para poder llevar el pan a la mesa. Mis papás hicieron mucho sacrificio para poder pagar nuestros estudios. Por poner un ejemplo, toda mi juventud tuve que moverme en transporte público. Quizás por eso, y otras muchas cosas, siempre me he aferrado a ese recuerdo, y lo tengo presente día a día. 

En definitiva, pienso que esa situación me ayudó a mantenerme con los pies en la tierra.

Según su experiencia, ¿cuál es el peor defecto del mundo de la comunicación actual?

El manejo político. Es verdaderamente espantoso lo que puede llegar a pasar en los medios de comunicación con los temas políticos.

Actualmente radico en Los Ángeles, y acabo de vivir una experiencia muy desagradable donde se pueden distinguir dos mundos paralelos, dos verdades diferentes. En Estados Unidos, o estás a favor, o estás en contra; no existe un término medio que te permita dialogar de una manera sana y cordial con tu opositor. La forma en que los medios de comunicación manejan los temas políticos es verdaderamente desgastante y poco inteligente. Y me refiero a ambos bandos.

En México podría darse algo parecido a lo que ocurre en Estados Unidos, pero es menos intenso. Es un tema complicado. Lo podría considerar como el peor defecto del mundo de la comunicación.

¿Es posible reinventar dicho negocio para hacerlo menos mercantilista y más humano?

Yo pienso que existe la manera de hacerlo. La cuestión es que los medios se lo propongan. Uno no hace todo lo que puede hacer, sino aquello que tiene que hacer para vender más. Desgraciadamente.

Desde 2013 es vicepresidente de Unión Provida, una organización sin ánimo de lucro fundada para ayudar a los enfermos más vulnerables y que necesitan de atención sanitaria urgente. ¿Qué le lleva a formar parte de esta iniciativa y qué balance extrae de su experiencia en estos años?

Unión Provida surgió por iniciativa de mi hermana Ileana. Ella es la presidenta y quien ha hecho de la fundación un gigante del servicio a los demás —su espíritu de bondad es grandísimo—. Anualmente atendemos y ayudamos a miles de personas de escasos recursos, entre las cuales hay muchísimos niños. 

Yo tuve la suerte de vivir muy de cerca el proceso de nacimiento y crecimiento del proyecto, pues me tocó estar involucrado, desde la primera contratación que se hizo, hasta el diseño y la implementación de las plataformas donde se proyectan todas nuestras acciones. Es algo muy bonito y estoy agradecido de poder participar en algo así.

Volviendo al terreno de la comunicación, ¿qué fue lo más difícil a la hora de abandonar la que había sido su casa y su razón de ser, Televisa, para abanderar un nuevo proyecto?

Creo que lo más difícil fue acostumbrarme a la vida de Estados Unidos. En lo laboral prácticamente me acoplé en un par de semanas. Pero la vida personal del estadounidense es algo diferente a la del latino que vive en países como México y/o Sudamérica. La vida en Estados Unidos es más ordenada, más limpia, más franca, más directa, pero también más fría. La vida del latino quizás no es tan ordenada, pero sí mucho más cálida. Con esto no quiero decir que un estilo sea mejor que otro. Lo que pretendo explicar es que son dos modelos de vida diferentes, y es ahí donde encontré la mayor dificultad. Sí, me llevó algunos meses adaptarme.

La empresa en la que se desempeña como CEO abarcó en sus inicios desde la producción de contenidos televisivos a la realización de eventos. Sin embargo, en la actualidad, La Merca Company ha diversificado su actividad hasta el extremo de representar a influencers, asesorar en marketing digital a empresas y emprendedores, e incluso organizar cruceros. ¿Cómo es posible luchar en tantos frentes sin morir en el intento?

La Merca Company se ha tenido que transformar a través de los años. Hace veinte años todo era televisión, radio y periódico impreso. Hace diez, la mitad correspondía al medio tradicional y la otra mitad al digital. Hoy en día, en el año 2021, la era digital es toda una realidad, y el mejor ejemplo es que cada vez menos personas ven las noticias en la televisión. Primero te informas de la actualidad en tu celular. Luego, si quieres entretenerte o divertirte, tienes Netflix, o el partido de fútbol soccer, y ambos también puedes disfrutarlo en el mismo aparato electrónico. Además tienes Facebook, Instagram, YouTube, TikTok y cientos de videos de WhatsApp que te llegan diariamente.

Actualmente, La Merca Company está enfocada 100% en el marketing digital. Es nuestra razón de ser y es lo que nuestros clientes nos piden. El tema de influencers y de organizar viajes, es algo que se ha dado sin buscarlo. Un día empezamos como hobby con una cuenta en Instagram titulada ‘Viajeros Ocultos’. Dicha cuenta empezó a crecer más y más gracias a viajes que nos atrevimos a hacer y que nadie más hacía, como por ejemplo sumergirnos en los países más pobres del mundo. Todos los influencers graban lo bonito, pero no todos graban la realidad. En ‘Viajeros Ocultos’ grabamos lo bonito, pero también la realidad y lo no tan bonito.

Entonces, al crecer ‘Viajeros Ocultos’, fuimos conociendo a muchos influencers del mundo, y con el tiempo comenzamos a representarlos ante marcas importantes que buscan desahogar su publicidad en personajes que tengan trascendencia en redes sociales.

Dada la situación actual a consecuencia de la pandemia, con empresarios desesperados, cierres de negocios en todo el mundo y un futuro incierto y complejo, ¿qué consejo le daría a quienes buscan reinventarse para mantener sus familias a flote?

Que no se desesperen, que tengan paciencia y que sean consistentes. ¿Que si es posible reinventarse? Es posible y además es necesario. El año 2020 nos trajo una pandemia, pero también una oportunidad grande de reinventarnos y de reiniciarnos a nosotros mismos como personas.

Que se capaciten con tendencias actuales y que sepan que todo está en proponerse las cosas de corazón. 

Por último, a nivel personal y profesional, ¿qué metas se ha fijado en este 2021?

Ser feliz, esa es mi única meta en la vida.

Podría decirte que seguir creciendo y consolidando a La Merca Company. Sin embargo, te diría que esto es más parte de la planeación estratégica del grupo, y no tanto una meta en sí.

Cuando el ser humano tiene felicidad en su corazón, el resto se da por añadidura.


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