Carteros, con miedo a un recorte de personal
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La aparición de internet y empresas privadas para envío de documentación han terminado con el gremio Miguel HERNÁNDEZ 
EN PUEBLA sobreviven 680 trabajadores del Servicio Postal Mexicano (Sepomex), de los cuales 480 operan en la Angelópolis y el resto distribuido en oficinas del resto de los municipios; sin embargo, por el momento, el sindicato de este sector dejó de tener vacantes. Ayer, los empleados del servicio, carteros y administrativos, celebraron por la mañana su día sin trabajar y con una misa en sus instalaciones a la que no asistió su dirigente estatal, Vicente Palacios Samayoa, y solo acudió el secretario de Conflictos, Eduardo Méndez. De acuerdo a algunos trabajadores, cada año hacen una comida, por lo regular no el mero día de su celebración, aunque en esta ocasión no saben cuándo será. Sin embargo, la incertidumbre constante es que se vuelva a dar otro recorte como en 2009, cuando más de 50 empleados salieron como parte del recorte a nivel nacional que fue de 2 mil personas. En promedio, cada cartero tiene como ruta cinco colonias en la capital, en las cuales reparte 700 sobres, ya sean paquetes, cartas o estados de cuenta a los ciudadanos, siendo la mayoría que anda en bicicleta. Luis Cruz, cartero desde hace 20 años, comentó que la actividad ha disminuido con la aparición de los servicios de mensajería privada, que se encargan de entregar principalmente paquetes o correspondencia de empresas. “Lo único que nos dejan son las cartas escritas a mano y pocos paquetes, que cada vez son pocas con la aparición del correo electrónico”. Comentó que él ya está de salida en esta actividad; sin embargo, ve con tristeza que ser cartero quedará en un recuerdo en un futuro no muy lejano con el desarrollo del internet, pues las empresas ya contratan a las privadas para envíos de documentación. Importante mencionar que en Puebla, el Sepomex recibe cada semana cinco toneladas de correspondencia para su distribución. Un cartero gana mil 800 quincenales, que se complementa con un bono mensual de 2 mil 600 pesos, para la compra de refacciones mecánicas para las bicicletas y motocicletas, ya que la empresa ha dejado de sufragar el mantenimiento de sus medios de transporte.
EN PUEBLA sobreviven 680 trabajadores del Servicio Postal Mexicano (Sepomex), de los cuales 480 operan en la Angelópolis y el resto distribuido en oficinas del resto de los municipios; sin embargo, por el momento, el sindicato de este sector dejó de tener vacantes. Ayer, los empleados del servicio, carteros y administrativos, celebraron por la mañana su día sin trabajar y con una misa en sus instalaciones a la que no asistió su dirigente estatal, Vicente Palacios Samayoa, y solo acudió el secretario de Conflictos, Eduardo Méndez. De acuerdo a algunos trabajadores, cada año hacen una comida, por lo regular no el mero día de su celebración, aunque en esta ocasión no saben cuándo será. Sin embargo, la incertidumbre constante es que se vuelva a dar otro recorte como en 2009, cuando más de 50 empleados salieron como parte del recorte a nivel nacional que fue de 2 mil personas. En promedio, cada cartero tiene como ruta cinco colonias en la capital, en las cuales reparte 700 sobres, ya sean paquetes, cartas o estados de cuenta a los ciudadanos, siendo la mayoría que anda en bicicleta. Luis Cruz, cartero desde hace 20 años, comentó que la actividad ha disminuido con la aparición de los servicios de mensajería privada, que se encargan de entregar principalmente paquetes o correspondencia de empresas. “Lo único que nos dejan son las cartas escritas a mano y pocos paquetes, que cada vez son pocas con la aparición del correo electrónico”. Comentó que él ya está de salida en esta actividad; sin embargo, ve con tristeza que ser cartero quedará en un recuerdo en un futuro no muy lejano con el desarrollo del internet, pues las empresas ya contratan a las privadas para envíos de documentación. Importante mencionar que en Puebla, el Sepomex recibe cada semana cinco toneladas de correspondencia para su distribución. Un cartero gana mil 800 quincenales, que se complementa con un bono mensual de 2 mil 600 pesos, para la compra de refacciones mecánicas para las bicicletas y motocicletas, ya que la empresa ha dejado de sufragar el mantenimiento de sus medios de transporte. 
