Se le puso Plan de Ayala porque se quiso proteger a esta pequeña comunidad  Redacción  EN EL mes de noviembre, un año después del estallido de la Revolución Mexicana, las diferencias entre el presidente Francisco I. Madero y el general Emiliano Zapata se habían acrecentado. Para el 26 de noviembre el máximo general de la lucha agraria mexicana había decidido salir de Morelos, luego que el presidente Madero le pidiera que dejara las armas y que sería respetada su vida; sin embargo, don Emiliano, desconfiado, se indignó y tomó camino con sus hombres hacia Cerro Prieto, para internase en la entidad poblana. Fue a Ayoxuxtla donde llegó el 26 de noviembre, causando gran temor entre los habitantes de esta pequeña comunidad. Mandó a dos coroneles–Avelino Cortés y Antonio Sosa- para que entraran al pueblito como avanzada y avisaran que ahí iba a haber una reunión, que juntaran pastura y maíz para la caballada y que echaran tortillas, porque el general Zapata venía con su Estado Mayor. No había molinos, así que las mujeres tuvieron que hacer la masa “hincadas en el metate”. Tuvieron que pedir ayuda a comunidades vecinas –Santa María Cohetzala, Santa Mónica, Pilcaya y Centeocala-, de donde solidarios enviaron más pastura, maíz y hasta tortillas. Emiliano mandó traer al presidente auxiliar para decirle que necesitaba poner dos vigías, que dirigieran su vista hacia el camino a Chiautla, por si veían a gente extraña. Pero en los tres días que estuvo ahí Zapata, no se presentó nadie. En esos días se hizo el Plan de Ayala. En Ayoxuxtla estuvieron el profesor Otilio Montaño, el general Trinidad Ruiz, el general Jesús Morales, Emigdio Marmolejo y el mismo Eufemio Zapata, quienes sobre una mesa rústica en un jacal que hacía las veces de presidencia auxiliar, redactaron el “articulado”. Zapata el día 28 ya concluida la redacción del plan, mandó reunir a todos, ordenó que cantaran el himno nacional, mandó traer una bandera de “raso tricolor de seda” y pidió a su Estado Mayor que jurarán ante la bandera fidelidad a la patria. Zapata le puso Plan de Ayala, porque quiso proteger a esta pequeña comunidad de las fuerzas federales cercana, asentadas en Chiautla de Tapia. De no haberlo hecho así, hubiese sido quemado y arrasado este pueblo con todos y sus habitantes. Habló antes de partir con las autoridades de Ayoxuxtla para agradecerles su apoyo, les dijo que este pueblo tenía que ser respetado y recompensado, ordenó a sus jefes militares de zonas cercanas que protegieran a esta comunidad.