Peregrinos se adelantan para agradecerle a la Guadalupana

Ni las ampollas ni el intenso sol disminuyen el ánimo de los fieles  Karina ÁLVAREZ  ENTRE PEREGRINOS nos vemos. Son cientos los que se encaminan hacia la Basílica de Guadalupe. Llevan el mismo propósito: ver por unas horas la imagen de la Virgen. Su paso no es lento, tampoco apresurado, va a buen ritmo, no se detiene ni aunque le hablen. Su marcha comenzó a las 10:00 horas del jueves, se detendrá hasta el 10 de diciembre, cuando vea por décimo quinto año a “su Morena, su Virgen Morena”. Eduardo Reyes lleva 14 años de peregrino, siempre va solo, ya sabe lo que son las ampollas, lleva todo lo necesario para curárselas, un poco de pomada y unas agujas para reventarlas, vendas que se ajustan hasta sus tobillos y un par de tenis amarrado a su mochila. El poblano, de 34 años de edad sabe bien que el 12 de diciembre se le festeja a la Guadalupana en la Basílica del Distrito Federal, pero como ese día el lugar donde está el Cerro del Tepeyac se satura de peregrinos, prefiere, al igual que cientos de sus colegas, llegar el 10 y estar solo un par de horas. La ruta la tiene trazada: cruzar la ciudad por las avenidas principales hasta llegar a la Recta a Cholula, de ahí jala hacia la carretera para Nealtican, pasa por San Nicolás de los Ranchos, cruza Santiago Xalizintla, sube rumbo al Paso de Cortés, baja la montaña hasta Ameca Ameca, llega al Distrito Federal y de ahí camina hasta encontrar la Calzada de la Virgen, unos cuantos pasos más y llega al atrio de la Basílica, otros poquitos y entra a ver a María. El atuendo de este hombre es cómodo, dos sudaderas, dos playeras, pants, una gorra decolorada, tenis, y una enorme mochila a la espalda con la imagen de la Guadalupana colgada, unos ositos de peluche de varios tamaños, cobijas para pasar la noche, agua, un poco de comida y muchas ganas de llegar. La encomienda que se puso para este año no tiene nada que ver con que la Virgen Morena le cure a un familiar enfermo, ni que le ayude a conseguir trabajo, lo único que desea es que su familia siempre esté unida. Eduardo va entre peregrinos, y aunque parezca difícil de creer, cada uno se diferencia del otro. Las imágenes que llevan en la espalda no son iguales, los tamaños varían, llevan vírgenes pequeñas, otras enormes, algunos también cargan a San Judas, ninguno es igual. Todos van dispuestos a soportar el calor sofocante de la tarde y el frío invernal que nos envolverá por las noches. Arte guadalupano Lo que comenzó como una fiesta entre amigos, ahora se ha convertido en un encuentro internacional de gráfica en pequeño formato. Se trata de la Bienal de gráfica Guadalupana “A recoger el tiradero” que organizan autoridades de la Universidad Iberoamericana de Puebla, en donde los artistas plásticos y gráficos expondrán sus trabajos relativos a la Virgen Morena. Este día, inició la exposición que se lleva a cabo en la Galería de la Ibero y será presentada hasta el 28 de enero. Carolina Martínez de la Peña, coordinadora de difusión universitaria, informó que para este evento participan poco más de 40 artistas de países como Brasil, Alemania, Francia, Canadá, Estados Unidos y México. La historia de esta bienal se remonta a la idea de Gonzalo Ceja y Marco Antonio Arriaga, cuando hace 26 años, en el Distrito Federal, decidieron unirse para hacer algo relacionado con la Virgen de Guadalupe, el resultado fue la creación de exposiciones al interior de sus casas, pero la voz se corrió y llegó a oídos internacionales, desde entonces se ha elaborado de manera colectiva.
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