Don Goyo mantiene en alerta durante diciembre

La tecnología ayuda a monitorear el comportamiento del coloso Miguel HERNÁNDEZ EL VOLCÁN Popocatépetl emite más fumarolas en diciembre al acumularse el agua que generaron las lluvias conjugado con el taponeo que hay del domo por el desprendimiento de lava, explicó el vulcanólogo Alejandro Rivera Domínguez, quien señaló que desde la erupción de 1994 a la fecha se ha perdido tiempo en no hacer acciones de prevención para reaccionar a una contingencia. Entrevistado por El Popular, diario imparcial de Puebla, comentó que su explicación se trata de una hipótesis no demostrada, pero que tiene relación al cumplir al final del año el ciclo hidrológico relacionado con la lluvias, lo que provoca que al no haber salida del cráter para el vapor de agua y gas, “sea como una olla de presión que se levanta la tapa y lo pulveriza, y la otra parte es cuando se tiene cenizas”. Aún cuando dejó la Estación Terrena de Satélites, donde estuvo varios años, el especialista se ha mantenido como uno de los custodios del volcán a través de su página en internet www.popocatepetlvolcan.blogspot.com, donde sube información diaria del comportamiento del cráter. Mencionó que nadie puede saber en qué momento Don Goyo puede tener una erupción definitiva; sin embargo, ello no significa que las autoridades deban tomarse el asunto de la prevención con calma para implementar en forma adecuada un programa de Protección Civil, donde es necesario involucrar a las familias que están asentadas a las faldas del volcán con información constante y capacitación para tener eficiencia en la respuesta si ocurriera una contingencia. Indicó que decirles a los pobladores que guarden su documentación en un lugar específico, remarcar las rutas de evacuación para escapar, son algunas de las acciones que deben ejecutarse con talleres comunitarios, pues con ello se generará organización. “En el 2000, el exgobernador Melquiades Morales Flores, tuvo que ir personalmente a las poblaciones para convencer a la gente que evacuaran sus casas ante el riesgo, lo cual no debería de ser si existieran mejores programas para una contingencia de esas”. Refirió que en 17 años lo único que se hizo es perder tiempo, cuando los talleres podrían ser una herramienta eficaz. Comentó que un fenómeno natural no se puede prever, pero hay instrumentos para detectar con mayor eficiencia la actividad volcánica, lo que podría dar tiempo a sacar a las familias en riesgo. Son al menos 250 mil los que están en zonas de alto y bajo riesgo, y con los que están del lado de Morelos y Estado de México, serían un millón de personas susceptibles al Popocatépetl. Indicó que no hay un plan de atención a la población en caso de hacer erupción el volcán, ni tampoco se han previsto escenarios coherentes y por ende hay el riesgo de estar sujeto a la improvisación. El vulcanólogo dijo que cuando ya sucedió una contingencia provocada por un fenómeno natural es cuando se acuerdan las autoridades cada año de implementar acciones y en caso de no poder atender el problema se justifican al decir que no se puede saber cuándo ocurrirá una contingencia, “pero que sí existen especialistas para hacer un estudio de probabilidades”.
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