Las familias afectadas afirman que el dinero no repara el dolor con el que han vivido más de un año Karina FERNÁNDEZ EDILES DE 25 municipios en Puebla han permitido la construcción de viviendas en zonas por las que atraviesan ductos de Pemex, a pesar de que tienen conocimiento de la ubicación de los mismos; reconoció el director de Protección Civil Estatal, Jesús Morales Rodríguez. En entrevista, tras haber asistido al aniversario luctuoso de las 30 personas que fallecieron en el incendio registrado en San Martín Texmelucan, el funcionario estatal aseguró que existe riesgo en asentamientos de estos municipios al ubicarse sobre puntos estratégicos de la paraestatal. En este sentido, destacó que una de las tareas que ha realizado el gobierno del estado ha sido el otorgamiento a los presidentes municipales de las claves del Atlas de Instalaciones Estratégicas y Ductos de Pemex en el estado, para evitar asentamientos en zonas de riesgo. Asimismo, indicó que se realizan trabajos coordinados con la paraestatal para prevenir que hechos lamentables como el ocurrido hace un año en suelo texmeluquense puedan repetirse; principalmente reportando tomas clandestinas en la extracción de petróleo y otros combustibles. Indemnizaciones no sanan el dolor El alcalde de San Martín Texmelucan, Carlos Sánchez Romero señaló que la paraestatal ha otorgado cerca de 329.8 millones de pesos por daños y perjuicios a las familias del municipio que resultaron afectadas por lo ocurrido sobre la calle 11 de noviembre hace un año. Explicó que estos recursos correspondieron al pago para la reconstrucción de las viviendas de los texmeluquenses, vehículos siniestrados, servicios funerarios y daños al municipio, como en el caso del Puente Colorado, del que recordó que se está trabajando para su ampliación a cuatro carriles. No obstante, las familias que la madrugada del 19 de diciembre de 2010 perdieron a uno o más integrantes aseguraron que cualquier recurso que hayan recibido no repara el dolor con el que han vivido más de un año. Esto se puede reflejar en la soledad que invade a la calle 11 de Noviembre, en donde las familias han preferido construir locales en sus predios antes de regresar al lugar en el que perdieron a un hijo, un hermano o un padre. Incluso, algunos de los sobrevivientes dedicaron parte de sus construcciones para recordar a sus familiares perdidos, como el caso de la señora Facunda Ramírez, que hizo un altar con las fotografías de los familiares que perdieron la vida trágicamente.