**Durante el encuentro Internacional de Sabiduría Universal Ancestral, el consumo de estupefacientes rebasa la organización del evento; “afluencia de visitas, sólo ponen desorden en el lugar”: David Cuevas Pastrana Carlos ROCHA / Enviado CANTONA.- LA “nueva luz” en Tepeyahualco y Puebla no se consolidó con el Encuentro Internacional de Sabiduría Universal Ancestral Fuego Nuevo patrocinado por el gobierno del estado debido a que prevaleció la desorganización en las actividades, pero, en su lugar, imperó durante tres días el consumo del peyote y otros estupefacientes en el sitio arqueológico de Cantona. El gobierno de Rafael Moreno Valle financió la estancia de más de mil preservadores de la culturas de América, provenientes de distintas partes del mundo, a quienes dio de comer, beber y ofreció cobijo en el lugar para recibir la energía de “la nueva era”, que comenzó este 21 de diciembre, según el calendario de cuenta larga de los mayas. Más de 50 empleados del ayuntamiento de Tepeyehualco fungieron durante los días del encuentro como cocineros, meseros y personal de limpieza, al servicio de los casi mil asistentes a la antigua zona comercial de los antepasados, la zona arqueológica de Cantona. Un funcionario explicó, mientras servía un plato de chilaquiles verdes, que habían recibido la instrucción directa del presidente municipal de Tepeyahualco, Fabio Guzmán Martínez, que durante los tres días que durará el congreso tendrían que permanecer en labores de limpieza, cocina y atención a los visitantes. INAH en desacuerdo David Cuevas Pastrana, responsable del sitio arqueológico y museo de Cantona a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), explicó que la afluencia de visitas sólo pone desorden en el lugar. Entrevistado en el museo, detalló que el gobierno del estado patrocinó la visita de mil visitantes, una inversión de 46 mil pesos en entradas, pues el ingreso por persona es de 46 pesos, que incluyó un recorrido por la zona arqueológica. Asimismo, explicó que con la supuesta idea del fin del mundo subió la afluencia de visitantes, pues en promedio a la semana acuden 700 personas. “Ahora con lo del fin del mundo más de mil personas vinieron al evento, además de 400 personas de visita normal”, indicó Guzmán Martínez y advirtió que eventos relacionados a la promoción de la medicina tradicional quedaron de lado. El sitio, bajo resguardo del INAH, tiene una plantilla de 20 trabajadores, quienes fueron rebasados por el nutrido grupo que participó en el “fuego nuevo”. Mala interpretación Para Cipactli Hernández, la teoría del fin del mundo es una mala interpretación. “Sólo es abrir ciclos. Las cosas como estaban antes ya no eran las correctas, hemos hecho mucho daño a nuestra madre tierra, entonces se tiene que generar la energía que parte del Sol y de la tierra a través de nosotros. Actuamos como una antena y ahí es en donde se combinan las dos energías, esas energías son las que ahora tienen que cambiar para que la humanidad cambie de lo que hace”. Además, externó que el supuesto fin del mundo es un error, “obviamente ya amaneció, aquí está el sol”. También explicó que la idea se difundió a parir del hallazgo de una piedra encontrada en Tabasco, en La Venta, y que está incompleta: “Le falta más de la mitad, pero aparte de que está incompleta, la interpretación de estos glifos, de ese lenguaje, está hecho de manera occidental, la mentalidad es diferente (...) Entonces aquí ese es el problema, llegó gente que no entendía”. Los inconvenientes Por su parte, Ana Lía Sirvian, de San Martín de los Andes, Patagonia, Argentina explicó que se encontraba ahí porque tenía ganas de algo más “regional”. Detalló que la víspera del 21 de diciembre el clima fue difícil: “muy frío, la ida al albergue a dormir, escalar la pirámide”. Sobre el fin del mundo detalló: “No es el fin, es el comienzo del mundo, empezar a ver que no somos seres sólo mentales y corporales sino que somos seres espirituales también”. Para Claudia, quien se trasladó desde la ciudad de México, argumentó que acudió para recibir la enseñanza y sabiduría de la medicina a través de los abuelos. Sin embargo, explicó que la logística del evento no era la adecuada: “No tenemos los horarios, los lugares, a qué hora salen los camiones, en ese sentido no dio el ancho, no hay coordinación”. |