| El cambio de llantas es un gran negocio para muchas familias, las cuales obtienen hasta dos mil pesos al día Luis DINORÍN Talacheros poblanos incrementan el número de servicios hasta en 40 por ciento a causa de los baches en las calles de la ciudad, provocados por las lluvias de los últimos días. José Luis López Báez, es la tercera generación de una de las tantas familias que proporcionan este servicio a los automovilistas que transitan por el sur de la Angelópolis, quien aseguró que en un día llega a recibir a una persona hasta dos o tres veces al día en esta temporada. De una llanta perforada, saca clavos, llaves, tornillos y todo tipo de materiales que provocaron el daño. El trabajo de este talachero consistirá en repararla para evitar comprar una nueva. Para esta labor, debe desmontarla, checar que la llanta contenga entre cuarenta y cincuenta libras para poder identificar la causa, luego habrá de marcarla para identificar el lugar del orificio. De ahí, la meterá en un tonel de agua para revisar si el aire escapa; utilizará espátulas especiales, entonces, pasará al abridor, donde identifica la causa. Luego la raspa con una piedra especial y para terminar le pone pegamento a un parche. Tras una breve espera de dos o tres minutos hasta que seque, e trabajo está concluido. Para esta labor utiliza herramientas como llaves para microbuses, pistola de impacto y una plancha para las cámaras. En un día bueno, José Luis realiza hasta diez servicios y uno de estos, comienza desde que van a traer el auto varado a algún sitio, hasta realizar el cambio de llanta, por lo que cobra 80 pesos, aunque el servicio más común, es el que realiza a los mismos choferes que llegan con su vehículo a la talachería, el cual cuesta sólo 40 pesos. Además, en su lugar de trabajo cuentan con promociones para el servicio público y debido a esto, a los taxistas, un cambio de llanta les cuesta 25 pesos, pero si una llanta tiene dos ponchaduras, el servicio aumenta diez pesos. El joven de 24 años trabaja en este negocio desde los ocho. Aquí también laboraron Amado López Rojas, su abuelo y José Luis López Hernández, su padre. Esta familia tiene a la fecha más de 20 años de experiencia ofreciendo este servicio. Mientras El Popular, diario imparcial de Puebla realizaba esta entrevista, al lugar llegó Teófilo López, taxista de profesión, quien aseguró que en la semana ha tenido que requerir el servicio cuatro veces en la semana. “A nosotros nos perjudican porque se dañan las llantas y los amortiguadores. Los rines se doblan y a veces se tiene que quedar uno ahí parado”, externó. En la talachería de los López trabajan cuatro personas y de aquí obtienen hasta dos mil pesos al día libres para repartir entre todos. |