En al menos una década, en la ciudad de Puebla comenzaron a proliferar los autolavados instalados en cualquier sitio. En la mayoría de ellos trabajan sin permisos, ni medidas de seguridad, y mucho menos son respetados los derechos de los empleados. Lo que a continuación se describe tiene que ver con las obligaciones que un patrón debe observar para con su gente. Luis se ocupará como un simple ejercicio de ponerle nombre a quien por la línea telefónica dio a conocer su inconformidad. “Luis” refiere que en el autolavado con razón social GAAMAR, ubicado sobre la 24 Sur, a unos metros de la 43 Oriente colonia Alseseca, “el patrón por tres retardos nos descuenta un día de sueldo, y por un día que faltemos nos castiga una semana, dice que para poner disciplina, porque él si cumple pagándonos los días sábados”. Pero lo que más tiene molesto a “Luis” y sus demás compañeros, es que el “patrón” no les quiere dar de alta en el Seguro Social, ni aún con acontecimientos como el del pasado martes alrededor de las 13 horas, en que uno de los lavacoches, sufrió un accidente con una de las pistolas de compresión de agua que ahí utilizan. “El chavo se enredó con la manguera por lo que la pistola se aflojó pegándole en varios lados de la cara y le corto su brazo y parte del hombro, el “patrón” ni siquiera le dio para que fuera a la farmacia de similares que hay por acá, para que fuera a que lo curaran; nada más le dijo al chavo, que mejor se fuera a su casa y viniera al otro día.” Afirma “Luis”. El llamado es para las delegaciones federales en Puebla, tanto del Trabajo como del Instituto Mexicano del Seguro Social, para que cumpliendo con sus obligaciones, envíen al respetivo personal, a hacer una visita no sólo al establecimiento GAAMAR, sino a todo este tipo de lavados, que exigen mucho y no otorgan garantías laborales a sus empleados.