Campesinos admiten que pese a ayudas, esta medida impide cubrir necesidades agrarias; coyotaje, una de las fuertes problemáticas Guadalupe JUÁREZ Aunque la música de fondo anime y las personas en el estrado muestren una de sus mejores sonrisas, Guadalupe Josafat Santos luce cabizbajo. Intenta dibujar una sonrisa al recibir el cheque simbólico por mil 500 pesos, sin embargo, este monto sólo alcanzará para mantener una de sus 20 hectáreas, es decir, sólo representaría el 5 por ciento de la cantidad que necesita, la cual asciende a casi 30 mil pesos, dinero que necesita para sacar la cosecha de frijol y maíz de este año. Lo anterior, durante la entrega de apoyos de más de 90 millones de pesos por parte de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) a campesinos entre abonos, recursos económicos, mochilas fumigadores e incluso tractores, los cuales en voz de Víctor Hugo Celaya, coordinador general de delegaciones, y Alberto Jiménez Merino, delegado de la dependencia federal en la entidad, buscarían “mecanizar” el campo poblano, de forma tal que crezca la productividad del sector primario. Sin embargo, son los mismos campesinos, quienes pese a agradecer el apoyo recibido, denuncian que no es suficiente. Señalan la necesidad de atender otros problemas, entre ellos la venta de sus productos con intermediarios y la falta de abono y fertilizante para el campo. “Es muy poco el apoyo pero a que nos den nada. La verdad se necesita mucho, por lo menos mil 500 pesos por hectárea”, señala Guadalupe, mientras entrelaza sus dedos y deja el cheque entre sus piernas, ya que explica que el coyotaje merma sus ingresos económicos, puesto que intermediarios pagan por su cosecha mucho menos de lo que vale, situación inevitable, pues el acceso para los distintos centros de abasto en la entidad sólo son “para la gente poderosa”, señala. La situación de Guadalupe es similar a la de al menos el 70 por ciento de los habitantes del municipio de Quecholac, localizado a 60 kilómetros de la capital poblana, quienes también se dedican al campo, de acuerdo al presidente municipal de la localidad, Néstor Camarilla Medina, quien también reconoce que hay “mucho por hacer en el campo”. A una hora 8 minutos de Quecholac, la localidad Reyes de Juárez también demanda lo mismo, más apoyo del recibido, pues por ejemplo, José Juventino Castillo, dedicado toda su vida al campo, subraya “necesitamos más, antes que la tecnología necesitamos para el bulto de abono, uno nos sale en 350 pesos, y el apoyo que nos dan es de 900 pesos al año, imagine, apenas nos alcanza para dos bultos, necesitamos nueve por hectárea”. Celebran crecimiento en el sector “En el campo poblano nunca hay presupuesto que alcance, pero buscamos atender los aspectos más prioritarios de tal manera que podamos elevar la productividad, disminuir costos, y vender mejor”, reconoció Jiménez Merino en entrevista. Asimismo, recalcó el plan de exportación de los últimos meses de productos como capulín, tejocote e higo, así como más de 18 toneladas de pitaya de mayo, la cual se envió a Los Ángeles. Por su parte, el coordinador de delegados de Sagarpa mencionó que Puebla es uno de los 10 estados más grandes en materia agropecuaria y ganadera, sector donde esperan la reforma del gobierno federal para lograr la tecnificación del campo, la cual incluso comienza a ver sus primeros pasos como la programación de la siembra del chile poblano, misma que permitirá obtener este producto durante todo el año. Por último, de acuerdo con Hugo Celaya, el crecimiento del sector a nivel nacional y en el estado fue de 3 por ciento, lo cual aseguró lo hace un sector dinámico a diferencia de otros, aunque datos de la Secretaría de Economía señalan que en el cuarto cuatrimestre del 2014, las actividades primarias colocan a la entidad en la posición 24 a nivel nacional. |