Jairo Javier Montes Bautista, Vicente Juárez Varela y Florentino Tamayo Ponce aún continúan presos a un año de las violaciones a derechos humanos en Chalchihuapan Carlos ROCHA A un año de las violaciones graves a los derechos humanos por parte del gobierno al pueblo de San Bernardino Chalchihuapan, como lo calificó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la comunidad de esta junta auxiliar de Santa Clara Ocoyucan quiere olvidar. De hecho, pocos vecinos saben que para el próximo 9 de julio se prepara una manifestación desde el puente que comunica al pueblo con la carretera federal a Atlixco y donde hace un año fueron replegados con balas de goma cuando protestaban para exigir que no se les quitara el Registro Civil a las juntas auxiliares. Quienes saben de la protesta conmemorativa adelantan que no participarán porque tienen miedo de que, de nueva cuenta, sean replegados por la Policía Estatal Preventiva. Tanto quiere olvidar el pueblo los hechos del año pasado, que se retiró la placa que se colocó en memoria del niño José Luis Alberto Tehuatle Tamayo, quien falleció después de 10 días de agonía tras recibir un impacto de proyectil durante la protesta de aquel 9 de julio de 2014. En la Presidencia Auxiliar no dan informes sobre el retiro de la placa, los empleados aseguran incluso que el presidente auxiliar suplente, Juan de Dios Montes, ha buscado a Elia Tamayo Montes, madre del niño de 13 años, para saber en qué se le puede ayudar, pero ella rechaza el respaldo. El sentimiento por las calles del pueblo es aún de duelo, la gente ya no quiere hablar, ni recordar; coinciden en que sólo dos mujeres buscan que el tema se mantenga vivo, la madre del niño muerto y la del presidente auxiliar, Jairo Javier Montes Bautista, quien permanece en la cárcel acusado de participar en la trifulca donde el menor recibió el proyectil en la cabeza. En entrevista, Elia Tamayo clamó justicia para la muerte de su hijo de 13 años y que hasta el momento permanece impune. Recordó que su hijo José Luis era el hombre de la casa después de que su padre se fue a Veracruz a trabajar cortando naranjas y lo dejó como encargado de sus cuatro hermanas, dos de ellas mayores que él. A lo largo de un año, Elia Tamayo ha exigido justicia en foros estatales, nacionales e internacionales y este jueves 9 de julio volverá a exigir justicia cuando participe en la marcha conmemorativa por el primer aniversario cuando elementos de la Policía Estatal Preventiva replegaron la manifestación del kilómetro 14 de la autopista Puebla-Atlixco, y que derivó en 11 recomendaciones de la CNDH por violaciones graves a derechos civiles. Por su parte, Araceli Bautista, madre del presidente encarcelado, anunció que después de la marcha del 9 de julio iniciará una huelga de hambre para exigir la liberación de su hijo. Sin embargo, desde la cárcel Jairo Javier Montes Bautista hizo llegar una carta a las redacciones de los medios que han dado seguimiento puntual al caso para advertir que se deslinda de todo lo que haga su madre. A un año de distancia de las violaciones graves a derechos humanos, segunda vez en la historia que la CNDH cataloga así una represión, Chalchihuapan quiere olvidar los hechos. No obstante, aún están presos tres vecinos de la comunidad, Jairo Javier Montes Bautista, Vicente Juárez Varela y Florentino Tamayo Ponce, acusados de motín, ataques a las vías de comunicación y tentativa de homicidio, y aunque las investigaciones de la CNDH determinaron que fue un proyectil disparado por los elementos oficiales, ningún policía se encuentra preso. |