Abusan de la falta de conocimiento de ciudadanos y autoridades: Hugo Ferrer decano de ingeniería de la UPAEP Maribel VELÁZQUEZ De cada 100 alarmas sísmicas que se venden en el país sólo funciona 1, pues hay muchos “charlatanes” quienes hacen sus propios instrumentos “basura” y los venden a los ciudadanos e incluso a las instituciones públicas, los cuales al no conocer sobre el tema se dejan engañar, alertó el decano de ingenierías de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Hugo Ferrer Toledo, en entrevista previa a la inauguración del Simposio de Ingeniería Sísmica 2015 realizado en esta casa de estudios. El especialista en el tema, comentó que hasta el momento sólo ha observado un trabajo serio en materia de creación de sistemas de este tipo y es llevado a cabo por el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico A C el cual también trabaja para la alerta sísmica nacional. Agregó que por el contrario ha visto algunas herramientas muy poco profesionales, algunos constan de un péndulo con un sonido, elementos poco confiables. “Lamentablemente ha habido mucho vival,sólo conozco un trabajo serio de todas las que se han instalado, he visto que se instalaron en muchas dependencias, no puedo decir los nombres pero literalmente he visto unos conos con una canica, que cae la canica y suena, es como poner un lápiz y cuando espere que se caiga tengo que evacuar al edificio, eso no sirve”, reiteró. Ferrer Toledo recalcó que este tipo de instrumentos no son funcionales pues no sirve de nada que una alarma comience a sonar justo cuando sientes el movimiento telúrico bajo tus pies sino un poco antes con la finalidad de que puedas desalojar el edificio en el cual te encuentras en todo caso resguardar. Adicional a ello han surgido algunas aplicaciones para teléfono que se llaman algo parecido a “cielo alerta”, el cual se basa en utilizar las señales de otros medios para dar a conocer cuando hay un sismo y por ello mismo no funciona pues no cuenta con su propio sistema y basarse en algo así sería algo peligroso, sólo podría ser tomado como algo adicional pero no como una verdadera alarma. En este sentido, indicó que es necesario que haya mejor comunicación entre las autoridades y los académicos para que esto últimos los orienten y adquieran las alarmas adecuadas. |