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Premian ejemplo educativo de la Sierra Norte

Premian ejemplo educativo de la Sierra Norte
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Maribel VELÁZQUEZ TELAR ARCHIVO AGENCIASEn 1979 fue creada una escuela, a petición de los padres de familia, en Zinacatepec, comunidad de Cuetzalan. Trece años después, en 1992, se incorporó como docente María del Coral Morales Espinosa, quien hoy día es directora de la institución ganadora del Premio Iberoamericano de Educación en Derechos Humanos “Óscar Arnulfo Romero”. Desde su fundación, la telesecundaria Tetsijtsilin ha sorteado diversas dificultades, como las críticas de los propios padres de familias y de los líderes de la comunidad, quienes finalmente han llegado a acuerdos en beneficio de los jóvenes. En entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla, explicó que fue a través de una circular enviada por las autoridades educativas que se enteró de que al impulsar el valor de los pueblos originarios la propuesta pedagógica podría participar por el premio. Lo hicieron, y ganaron porque, además, buscan la unión entre la formación académica y la revaloración de las actividades tradicionales de los pueblos originarios involucrando a los propios pobladores en el proceso de aprendizaje de los jóvenes. La propuesta en la que se sustenta la telesecundaria Tetsijtsilin tiene tres ejes: trabajo por proyectos, comunidades de práctica y conocer la cosmovisión de los pueblos originarios. En el caso de trabajo por proyectos los estudiantes generan planes de acción relacionados con la vocación de la zona, por ejemplo, la creación de invernaderos, producción de miel con las técnicas del pueblo y con el uso de “ollitas” de barro; en el caso de comunidades de práctica los pobladores conviven con los jóvenes para enseñarles actividades tradicionales, como realizar un telar de cintura o el tallado de madera; el tercer eje fomenta el aprendizaje del náhuatl entre quienes no lo conocen o saben lo básico, así como rememorar la cosmovisión de los pueblos originarios, sus danzas, la cultura del maíz o el uso de plantas medicinales. Este tipo de acciones ha hecho que se incremente el número de estudiantes: de tener sólo tres grupos, en la actualidad cuentan con 12; los pobladores antes mandaban a sus hijos sólo porque era más barato, ahora saben que la telesecundaria Tetsijtsilin tiene un sistema que promueve un desarrollo más completo. Y no sólo eso: alrededor de 30 jóvenes de Cuetzalan, la cabecera municipal, se trasladan hasta la comunidad sólo para tomar clases. Morales Espinosa, quien tiene un doctorado en educación por la Universidad Autónoma de Tlaxcala, recordó que hace tiempo uno de los pobladores explicó a los alumnos cómo hacer arreglos con la flora típica, pero la exposición final no llamó la atención y por ello aconsejó que los estudiantes fueran a recolectar los elementos necesarios para crear su trabajo, acompañados por los pobladores y familiares. Consideró que todas las instituciones educativas pueden crear su propia propuesta pedagógica, aunque ésta debería estar enfocada a las necesidades de su comunidad. Uno de los principales retos al crear este tipo de proyectos educativos, que pueden mejorar de forma continua, es involucrar a los tutores, pues muchas veces los maestros tienen miedo de sus críticas al observar cómo enseñan, pero al final, si hay trabajo en equipo, se favorece a los alumnos. Con este método de enseñanza se ha logrado, por ejemplo, que algunos de los exalumnos se conviertan en traductores del nuevo Sistema Penal Acusatorio, líderes de la comunidad y otros continúan con su educación de nivel superior. La directora exhortó a los maestros a que tomen el riesgo de involucrar a los padres de familia, pues pueden obtener resultados positivos. Además de fomentar la participación de los tutores y de la comunidad debe haber un compromiso fuerte del personal académico, quien debe aportar ideas para mejorar constantemente la propuesta educativa. María del Coral Morales Espinosa, quien al graduarse como química no se veía trabajando como docente y menos en una comunidad indígena, asegura que al estar en contacto con los menores se dio cuenta de que debía preparase para ayudarlos. A sus 56 años afirma que la reforma educativa fomenta aún más el tema de gestión, aspecto que considera positivo y pone como ejemplo que la institución donde ella trabaja los padres ayudaron a construir los salones ante la demanda de nuevos espacios. Recalcó que es importante que los padres y la sociedad en general se involucren más en los temas educativos y que aprovechen las flexibilidad que puede haber en el sistema, como es el caso de las telesecundarias. Y sus palabras son respaldadas más que por el reconocimiento que conlleva haber ganado el Premio Iberoamericano de Educación en Derechos Humanos “Oscar Arnulfo Romero”.