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Cervecera Karamawi, una historia de amor por la cebada

Cervecera Karamawi, una historia de amor por la cebada
BEER 1 Cervecera Karamawi, una historia de amor por la cebada

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Memorias del Crimen

Guillermo CASTILLO

La historia de Alberto Soto Fuentes es como la de gran parte de los productores de cerveza artesanal en Puebla. Su gusto por esta bebida y la curiosidad fomentada desde la arqueología, su profesión formal, lo llevó a experimentar fuera de las marcas comerciales. Todo comenzó con una feria de cerveza artesanal, un curso y una pequeña inversión en ollas e instrumentos, para medir la temperatura del agua o las cantidades de lúpulo y cebada en la cocina de su casa. Asegura que cualquier persona puede llegar a ese nivel; pero quienes han dado el brinco a la comercialización, han sido impulsados por amigos y familiares que prueban y avalan el producto final. “La idea principal era hacer (cerveza) para mí; pero a la mayoría de los cerveceros nos pasa que la hacemos para nosotros y de repente la regalamos a familiares o amigos y a su vez, ellos empiezan: oye, véndeme”. Al platicar con El Popular, diario imparcial de Puebla, Alberto señala que el camino a partir de ello no ha sido fácil. La falta de una cultura y el bloqueo ejercido por Cuauhtémoc-Moctezuma y Grupo Modelo, han sido dos de los principales obstáculos a vencer. Para este momento, ya han sido tres años de abrir brecha y Alberto asegura que cerveza “Karamawi” –de la que produce alrededor de 500 litros al mes– ya ha comenzado a ser rentable. Refiere que buena parte del camino se allanó desde 2014, cuando los dos grupos cerveceros más grandes del país perdieron la exclusividad que mantenían con bares y restaurantes. Explica que ello les abrió un nuevo reto: darse a conocer entre comensales y dueños de establecimientos, y demostrar que aun cuando su producto es más caro que uno comercial, la calidad también es mayor. Al respecto, Alberto subraya que tanto él como el resto de los productores de cerveza artesanal en el estado, se ven obligados a importar sus ingredientes; ya que existe un acaparamiento de materias primas desde Cuauhtémoc-Moctezuma y Grupo Modelo. Menciona que además, se han presentado casos en que estas empresas compran todo el volumen que el gobierno federal permite para importación en un año y por tanto, los pequeños productores deben re-comprarles este producto para no parar la producción. “En 2013, Grupo Modelo compró todo lo que se podía comprar de maltas europeas. Entonces, cuando nosotros queríamos comprar, ya no se permitía. Nos reunimos varias asociaciones del país y tuvimos que negociar con Modelo para que ellos nos revendieran lo que habían comprado. Fue una estrategia directa de afectarnos; pero siempre encontramos la manera”. Detalla que Cervecera Karamawi está hecha con malta proveniente de la Patagonia chilena y eso provoca que mientras una botella de 12 onzas de cerveza industrial puede producirse en dos pesos, él lo haga en 15 pesos. “No es lo mismo una cerveza artesanal que una industrial y no es lo mismo desde el precio. Una botella de 12 onzas, ellos la sacan entre dos y tres pesos; nosotros, entre 10 y 15 pesos”. Aunque el esfuerzo no ha sido menor, Cervecera Karamawi ahora ve nuevos horizontes y su dueño señala que ya ha previsto un proyecto de exportación de este producto poblano a los países de Sudamérica y a Texas, en Estados Unidos. El dueño comenta que la intención es comenzar la venta al exterior a partir de mediados de 2016. Puebla, tercer lugar en litros producidos de cerveza artesanal Alberto Soto no sólo es el dueño de Cervecera Karamawi, también es el presidente de la Asociación de Cerveceros de Puebla. Respecto al lugar que tiene la entidad conforme a su actividad, responde que “es un caso muy interesante, porque ocupamos el quinto lugar en número de cerveceras. Somos 30 y Baja California, que es el primer lugar, tiene 110; pero en litros producidos, Baja California tiene alrededor de un millón de litros anuales y Puebla está entre 500 mil y 600 mil litros producidos al año. Estamos más o menos, en el tercer lugar”. Recuerda que cuando inició, sólo había tres productoras en todo el territorio estatal; pero en lo que va de este año, la cifra llegó a 30 gracias a un boom entre los amantes de esta bebida. Sin embargo, asegura que los productores no se ven entre ellos como una competencia y por tanto, se apoyan unos a otros al momento de buscar nuevos clientes presentar el producto. BEER