Guillermo CASTILLO Los gasolineros poblanos cerrarán 2015 con empresas económicamente “debilitadas”, sostuvo Luz María Almazán Jiménez, presidenta de la Unión de Gasolineros en Puebla y Tlaxcala (UGPT). Señaló que esto fue producto de los constantes desabastos de combustible por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex), que durante ocho meses consecutivos obligaron a los empresarios a dejar de atender a la población al menos un día a la semana. Durante una entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla, dijo que la situación se regularizó en el último cuatrimestre del año; sin embargo, apuntó que ello no eliminaría el impacto financiero. Puso como ejemplo a los 120 dueños de estaciones de servicios foráneas que aún cargan sus auto tanques en centros de distribución de ciudades como Veracruz, Pachuca, Tula y Azcapotzalco. Resaltó que, además, las pipas deben ir a centros de carga distintos para cada tipo de gasolina (Magna, Premium y Diesel). “Los gasolineros de las estaciones foráneas cargaron todo el año en centros alternos, fue un esfuerzo enorme el trasladarse grandes distancias para traer su producto y esto repercute en los gastos de operación; porque aunque Pemex paga el flete, no cubre el total del gasto”. En enero y en mayo de este 2015, las estaciones de servicio en Puebla enfrentaron una alta carencia de combustible y de las 465 puntos abiertos en el estado, 80 por ciento dejó de vender diesel. Lo anterior, debido a que un empresario debía esperar entre 24 y 48 horas para recibir un pedido con Petróleos Mexicanos; lo que a decir de los gasolineros, puso en riesgo alrededor de 50 mil empleos directos y 100 mil indirectos. En respuesta, Pemex habilitó un Programa de Abastecimiento de Contingencia, a través de auto tanques que atenderían a los negocios según sus volúmenes de venta. La medida fue extendida tiempo después, como una forma de desincentivar las tomas clandestinas, que –se señalaría– habrían sido el origen del problema. |