Sábado 16 Julio 2016

 

 


"Nosotros entendemos que los policías nos cobren que los 15 o los 20 pesos por pasar por la calle, porque la verdad está bien peligroso y lo último que necesitamos es que ellos no pasen, porque las cosas por aquí son bien delicadas con los rateros, que la verdad uno ya no sabe ni de dónde vienen", aseguró María Gutiérrez Jiménez, locataria de una tienda de mascotas del barrio de Los Remedios, una colonia ubicada a unas calles del bulevar Héroes 5 de Mayo, cercana al mercado de la Acocota.

 

El día a día de los colonos es complicado, entre el dilema de defender sus pertenencias de las manos de los asaltantes o pagar cuotas a los agentes municipales, los cuales incluso temen hacer sus rondines por la inseguridad que vive esta zona de la capital del estado, pues los uniformados aprovechan su patrullaje para advertir a los visitantes sobre los robos, los cuales incrementan en la madrugada cuando los locatarios dejan sus negocios y habitantes sus autos en la vía pública.

La infraestructura del barrio de Los Remedios es abandonado año tras año, salvo en periodo electoral que deciden arreglar las partes más dañadas, aunque para ello dejan que otras se deterioren.

Gutiérrez Jiménez aseguró que en lo que va de 2016 ha sido víctima de la delincuencia en dos ocasiones, describió que la primera ocurrió el mes pasado cuando atendía a una familia en la compra de peces en su tienda de mascotas, después entró una persona a observar los anaqueles para luego apuntarle con un arma de fuego y pedirle que entregara sus ganancias; aunque señaló que en ese momento no había hecho más de tres ventas; sin embargo, dijo que es injusto.

Recordó que a los 15 días del primer atraco al abrir su negocio notó que habían roto los candados de seguridad de su cortina, aunque no se llevaron a las mascotas perdió su equipo, por lo tanto, la dueña señala que prefiere pagar una cuota a los policías a seguir siendo la víctima.

Por su parte, Ricardo Gómez Salgado, empleado de una tienda para recuerdos de fiestas, reconoció que en el tiempo que lleva trabajando jamás ha sido asaltado; sin embargo, su jefe le advirtió que de manera regular renuncian las personas que contrata ante esta situación, pero asegura que como crecióen el barrio conoce los riesgos así como a algunos de los malandros. 

"Creo que uno como chavito se da cuenta de las cosas que pasan a tu alrededor, pero conforme creces las ves cada vez con mayor calma, lo cual sé que está mal, pero ni modo que dejé de salir por la delincuencia, cuando todo Puebla está igual, la cosa es que unos lugares están más gachos que en otros", subrayó el joven Gómez Salgado.

Sin obras

Por otro lado, los colonos distinguieron que faltan mayores inversiones en los alrededores de sus hogares, debido a que antes de las elecciones el Ayuntamiento de Puebla, presidido por Luis Banck Serrato, decidió mejorar las aceras de la colonia, así como añadir botes de basura en las esquinas. 

Por ello, la señora Jimena Domínguez Arenas argumentó que pese a que remodelaron las calles, olvidan recoger cada semana los residuos que se generan en los depósitos, por ello la basura se riega, a su vez los perros callejeros urgan en ella en busca de alimento, lo cual genera más suciedad; no obstante, aseguró que los camiones de recolección pasan a diario por la noche pero siempre ignoran el exceso de basura. 

"Les parece fácil venir a hacernos un disque favor al llevarse la basura, pero que tengan un poco de conciencia los señores del Ayuntamiento, porque no podemos vivir rodeados en la porquería, así quiero verlos cuando regresan a su casa, pero como uno no es poderoso o con dinero lo ignoran", puntualizó.

La afectada señaló que el punto de reunión para los delincuentes ocurre en el Parque de Los Remedios, ubicado al frente de la iglesia con el mismo nombre; además, recordó que en 2015 el centro religioso de la comunidad fue asaltado y los ladrones siguen prófugos, lo que decepciona a sus habitantes, pues señalan que ya no hay ni respeto por la fe.

Por otro lado el tendero Guillermo Martínez, locatario de hace más de 40 años, explicó que las posesiones que más arrebatan son las partes de sus vehículos, y objetos de valor a transeúntes, aunque fue luego de que asaltaron a un supuesto familiar de un político poblano que reforzaron la seguridad.

"Tal vez porque soy un hombre ya grande por eso me acostumbré a lo que se vive día a día por aquí, pero lo que nos molestó de verdad es que apenas asaltaron a la sobrina de un político del PRI y ya vinieron a cuidar más, pero sino seguiríamos igual", mencionó. 

Por tal motivo, exhortó al gobierno municipal a que se acerque a conocer el lugar donde viven, porque necesitan la rehabilitación de las vialidades con agujeros, que poden sus áreas verdes, pinten sus paredes que están saturadas de grafitis, pues dijo "quisiera ver en algún momento este lugar con decencia y seguridad", finalizó.