Afirma Jiménez Merino que Mario Marín no daña su aspiración

El ex delegado de SAGARPA afirma que los resultados de su carrera política lo avalan y pide al PRI, aprender de sus errores para 2018

Con una obligación a participar en la contienda electoral rumbo al 2018, así se ve Alberto Jiménez Merino, quien confía en que se logren consensos al interior de su partido, el Revolucionario Institucional (PRI) y se entiendan que nadie arrastra masas.

Él se dice preparado y habla de su carrera política, incluyendo su paso en la gestión marinista, de donde trae plasmada la imagen del gobernador como una liga a su carrera, tema que dice no preocuparle ni afectarle. Sabe que los principios nunca se negocian y que la congruencia es uno de los valores más grandes del ser humano.

Perfilado como uno de los aspirantes a la candidatura del PRI en la próxima elección a gobernador, Jiménez Merino se promueve como una buena carta, como la opción que suma aprobación de la gente resultado de un trabajo desde 1991, cuando empezó su carrera política en Tehuitzingo, en el área del campo con ganaderos para resolver temas de agua y alimentación.

Entrevistado por El Popular, diario imparcial de Puebla, el político defiende el trabajo realizado, así como la congruencia entre el discurso y los hechos, asegura que la conveniencia genera pérdida de valor en quien comulga en contra de sus principios.

Habla del camino que debe seguir su partido en unidad como la única opción de levantarse tras la caída electoral de este 2016, reconoce las crecientes aspiraciones de una fuerte militancia que busca el mismo objetivo y en ello, reitera la importancia de ir en conjunto, con un trabajo en equipo, en sumar para obtener mayores posibilidades.

Sin embargo, defiende el trabajo como la bandera que le dará la candidatura de su partido, por encima de la grilla que suele usarse para atraer miradas ser mediáticamente visible.

"Creo que el trabajo es la base del liderazgo y por eso ahora que no soy funcionario público, tengo más trabajo que cuando era funcionario, y estoy concretando proyectos que dentro del propio gobierno no se podían hacer, estoy muy satisfecho muy contento de servir a la gente".

Foto: Karen Rojas

Al hacer una evaluación de la situación que enfrenta su partido, quien fuera delegado federal y secretario estatal durante la pasada administración, asegura que el rechazo más grande fue el nacional con las gubernaturas perdidas.

En lo local, señala que las prioridades están equivocadas y que hay que aprender de los errores. Con ello hace referencia a la elección tardía de la candidata en el proceso pasado, un buen perfil pero con selección tardía que al final tuvo su impacto.

Sobre el ex gobernador Mario Marín, reconoce su influencia como una tradición al formar parte de su gabinete en el sexenio pasado, afirma que son sus aspiraciones las que han promovido con mayor fuerza su relación con el exgobernador, pues de no mostrar interés en la justa electoral de 2018, nada se hablaría sobre su trabajo con el gabinete marinista.

"Es difícil quitar etiquetas, eso nunca se podrá; sin embargo, vamos por trabajo, por resultados, vamos a la atención de los ciudadanos y que se ponga en la balanza quién pesa más y con él o con ella nos vamos".

Descarta que la imagen de Mario Marín le afecte, dice que su papel no es de víctima. "Nunca me he quejado, lo que yo he logrado es lo que he podido conjuntar en apoyos de los demás, no lo he logrado solo; pero a mí siempre me ha ido muy bien y no tengo las mismas consideraciones de éxito que otros".

Campo, el grande olvido

En cuestiones presupuestales y de estrategia, así cataloga Jiménez Merino el olvido del gobierno morenovallista en el tema del campo. Más allá de los mototractores y de la agricultura por contrato, que se adoptó en el año 2000, cuestiona: ¿Qué se ha hecho por el campo?

Siendo él ex secretario de Desarrollo Rural, subraya que los presupuestos no son equiparables entre el que manejó durante su gestión y el que en la actualidad se destina, esto sin considerar que esta administración "está colgada de los presupuestos y programas federales".

"Tuve la oportunidad de ser delegado de Sagarpa los tres primeros años del gobierno de Enrique Peña Nieto, y veo que para Rafael Moreno Valle, el campo no es de su interés, no es su prioridad y bueno, el relumbrón que se dio es porque no sale a los pueblos, si alguien ha salido a los pueblos y si alguien conoce a los pueblos es su servidor, la gente de ahí sigue tan olvidada como hace mucho tiempo".

Tanto la Sierra Norte como la zona oriente del estado están muy deterioradas y abandonadas, califica el ex funcionario, mientras que en la Sierra Negra mantiene en mal estado sus carreteras; lo que provoca que los accesos sean complicados y, por ende, la marginación se mantenga.

Tal es el caso del camino a Izúcar de Matamoros y Atencingo, donde prevalece la inseguridad con el robo a ganado.

"En las áreas no será nunca suficiente cualquier apoyo, siempre los presupuestos quedarán cortos comparados con las necesidades y más aún cuando no hay la voluntad ni la capacidad para priorizar las verdaderas necesidades de la gente".

Foto: Karen Rojas

Pese a la diversidad de climas en territorio poblano, Alberto Jiménez refiere que esto no ha sabido explotarse pues falta mucho apoyo en capacitación y asesoría con la producción de capitales y renovación de cafetales, hortalizas o frutas, donde se concentran las áreas de oportunidad.

Puntualiza en la diversificación productiva como la garantía de mayores volúmenes de producción; sin embargo dice, el gobierno actual se dedicó a eliminar los programas aplicados con éxito, sin un estudio o revisión sobre las necesidades y problemas prioritarios, por el simple hecho de eliminar el trabajo de la anterior gestión.

Advierte sobre la pérdida "lastimosa" de las poblaciones, la falta de capacitación y orientación, como sucede en Santo Domingo Ayotlicha, perteneciente a Tlapanalá, donde hay contaminación de aguas negras y problemas de sobrepesca.

El político promueve nuevas currículas educativas para formar profesionales adecuados a las problemáticas reales en necesidades de los sectores productivos, para lo cual, adelanta, cuenta con una propuesta que confía en concretar en diciembre de este año y que implica la creación de una institución educativa que resuelva estos vacíos.

A esto, suma la falta de presupuesto de las delegaciones federales para difundir los logros del gobierno federal; lo que ha provocado que los gobernadores locales se apropien del trabajo de la federación.

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