Miércoles 19 Octubre 2016

El peaje del segundo piso de la autopista México-Puebla triplica el monto que se paga por recorrer el tramo de Puebla a San Martín; pues mientras un automóvil de dos ejes paga 30 pesos para recorrer los 36.1 kilómetros de la segunda autopista, transitar los 15.3 kilómetros del viaducto elevado cuesta 55 pesos.

El peaje por uso del segundo piso representa poco menos de la mitad de lo que cuesta el recorrido completo de toda la autopista México-Puebla, por la que se paga 130 pesos.

Fue hasta la noche del martes cuando se develaron los costos por el uso del segundo piso, mismos que contemplan que el tránsito de motocicletas costará 28 pesos, de autos ligeros 55 pesos, de autobuses y camiones de 2 a 4 ejes pagarán 138 pesos, camiones de 5 a 6 ejes erogarán 221 pesos y los camiones de 7 a 9 ejes tendrán que costear 249 pesos.

El costo de peaje del viaducto elevado ya había sido observado por la Auditoría Superior de la Federación, luego de una auscultación donde descubrió que el costo estipulado en el título de concesión sería 268.1 por ciento más elevado en comparación con el uso de la vialidad.

El 18 de agosto el gobierno del estado entregó por adjudicación directa la obra a Pinfra y OHL, luego de lograr que el gobierno federal le concesionara a la administración la operación de más de 13 kilómetros, por lo que el ejecutivo federal junto con las concesionarias definieron el costo de peaje de la vialidad, sin intervención de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, según cita la revista Infraestructura y Desarrollo de México.

La misma fuente describe que el gobierno del estado apeló que por las especificaciones de la vialidad y la determinación del costo de peaje responden a las inversiones privadas, financiamientos y rendimientos de la obra, aunado a que el monto cubriría gastos de operación, administración, conservación y mantenimiento del viaducto elevado.

La Auditoría Superior de la Federación observó también, desde 2015, que no se contaba con un proyecto ejecutivo de la obra, mismo que debió presentarse antes de entregar los primeros 2 mil 500 millones de pesos como subsidio para el inicio de la obra.

La federación, a través de la SCT, reveló que las características del viaducto no correspondían a las planteadas, pues mientras el estudio exponía que el segundo piso tendría 21 metros de corona y una longitud de 16.6 kilómetros, el título de concesión consideró un ancho de corona de 18 metros y una longitud de 13.3 kilómetros; este último dato también difiere del oficial, puesto que el largo del viaducto quedó en 15.3 kilómetros.

En tanto, el máximo órgano fiscalizador también señaló de altos costos unitarios en los materiales de acuerdo con las características del proyecto, así como la adjudicación directa a las concesionarias; no obstante, el segundo piso tuvo un sobrecosto de 500 millones de pesos.