Preserva Los Hijos de Sánchez esencia de librerías de viejo

Con 51 años de historia, el bazar es una referencia para compartir y encontrar libros a precios justos

Preserva Los Hijos de Sánchez esencia de librerías de viejo
Karen ROJAS | El bazar sigue siendo atractivo por sus ofertas y precios; su oferta va desde clásicos hasta ediciones especiales. Preserva Los Hijos de Sánchez esencia de librerías de viejo

Abierto desde hace 51 años, el bazar de libros Los Hijos de Sánchez ha dado segunda y hasta tercera vida a todo tipo de obras, así como una oportunidad de economizar los textos para hacerlos accesibles.

Pese a los cambios tecnológicos, explican los responsables del lugar, las librerías de viejo siguen siendo atractivas por sus ofertas y precios, como se pudo observar ayer, Día Nacional del Libro, con los pasillos ocupados por lectores.

En la experiencia del bazar, fundado por Constanza Sánchez López en el Centro Histórico, y que lleva el nombre no sólo del apellido sino del libro del norteamericano Oscar Lewis, hay deseos de lectores que se satisfacen.

"Es muy variado, no hay algo muy específico pero afortunadamente sí hay para todos los gustos", explicó Luis Alberto Pérez Caballero, quien atiende el bazar.

Fotos: Karen Rojas

Entre los títulos que más llegan a solicitarse se encuentran por ejemplo La Ilíada, La Odisea, El Principito, Momo y La Historia Interminable, en general de Albert Camus y Jean Paul Sartre, así como textos de medicina.

Lo mejor, explicó, es que entre la oferta de una librería de viejo, la oferta va desde ediciones de clásicos que se pueden leer con sólo 17 pesos en la bolsa, hasta ediciones especiales que pueden costar más de mil pesos.

Tan interesantes como las historias de los libros, son las historias de algunas de las colecciones que llegan al bazar para ser vendidas por piezas y para tener nuevos lectores.

Una librería de viejo, explicó Luis Alberto, se alimenta desde gente a la que ya no le caben los libros en casa, de pertenencias de quien ya murió, incluso personas con problemas económicos que se desprenden de valores sentimentales.

"Muchas personas al tener un libro es hacerlo como suyo, es como quitarle un dedo y cuando una persona quiere mucho algo y se lo quitan por alguna razón sí duele, como todo y aunque sea un libro creo que un libro llega a entender más que una misma persona", comentó.

Ser consumidor de librerías de viejo, explicó Víctor Garza, quien ayer hojeaba algunas novelas y visita con regularidad el bazar, es también una experiencia de vida y una forma de relacionarse con la lectura.

En su caso, contó, casi toda su colección ha salido de estas librerías y a él le mueve a comprar ahí, no sólo por el libro, si no porque la calidad de ediciones anteriores suele ser mejor.

"Son libros bonitos y a veces por debajo de los libros nuevos porque las editoriales se han convertido en un 'fraudesote' y ya hay muchísimos libros de esos feos circulando de manera pirata", dijo.

En el caso de Los Hijos Sánchez, han estado ubicados en varias direcciones desde que abrió sus puertas y, en la actualidad, se encuentra en la calle 3 sur, entre 7 y 9 poniente, mientras que otras librerías de viejo han tenido la misma suerte en mudanzas.