Las corporaciones de seguridad no cuentan con los recursos humanos, materiales y financieros suficientes para combatir de mejor manera el crimen en el país, porque cuando brotan los focos rojos en alguna entidad todos los elementos se trasladan y otras zonas quedan vulnerables, en ese sentido, es necesario que los Estados asuman su responsabilidad contra la delincuencia y no las trasladen a la Federación. Lo anterior, lo explicó el excomisionado Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, quien afirmó que el principal reto es combatir la inseguridad derivada del crimen organizado; pero no sólo a través del fortalecimiento de las instituciones policiacas, sino de la cultura de la legalidad mediante mejores prácticas de las procuradurías y los tribunales. "El Estado Mexicano ha hecho el mayor de los esfuerzos para combatir la delincuencia común y la organizada, es de reconocerse la gestión que han realizado las Fuerzas Armadas y la Policía Federal, pero no nos sentimos satisfechos con los resultados porque esas acciones no son suficientes". Como exsecretario del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Alejandro Rubido señaló al ser Estados Unidos uno de los principales consumidores de drogas en el país, México se convierte en el principal empleador para el trasiego de drogas, y los grupos del crimen organizado incrementan sus filas con base en la situación de pobreza que se vive en el país. Durante el panel "Seguridad Pública: Situación y Estrategias", el presidente del grupo consultor interdisciplinario, Alfonso Zárate, puso en perspectiva la falta de oportunidades de empleo y el avance del crimen organizado, pues mientras en México se generan de 500 a 600 mil empleos al año, ingresan a la edad productiva 900 mil personas, con lo que se deja "en la nada" a cerca de 300 mil ciudadanos. Hizo énfasis en que lo anterior, genera migración a los Estados Unidos y por otra parte comercio informal, donde también se pueden expender drogas u otros productos de origen ilícito. Habló sobre la falta de fortalecimiento de las corporaciones, donde los policías estatales y municipales tienen sueldos promedio de 4 mil pesos y se convierten en el eslabón más susceptible de unirse al crimen organizado y bandas criminales. |