La historia de la señora Guadalupe y de su hermana, Francisca Gurrusquieta Merlán, inicia en 1975 cuando se fueron a trabajar al extinto Distrito Federal. Las hermanas son originarias de la comunidad de Angao, del municipio de San Lucas, Michoacán y salieron de ahí para buscar una mejor calidad de vida. A su llegada a la capital del país comenzaron a laborar como trabajadoras del hogar en la colonia San Agustín en la casa de la señora Paula Sosa. Cuando comenzaron a trabajar, Guadalupe tenía 13 años y Francisca 15, sin embargo, Guadalupe regresó un año después al estado purépecha para cuidar a su madre que estaba delicada de salud. Al momento de su regreso a la Ciudad de México, encontró que su hermana se había enamorado de un albañil que trabajaba en la casa de la señora Sosa y por tal motivo se fue a vivir con él, aquel momento del año 1975 fue la última vez que las hermanas se volvieron a ver. De aquella ocasión ya pasaron 42 años y la señora Guadalupe Gurrusquieta, que ahora vive en Texas, Estados Unidos, se enteró que la hija de su hermana la fue a buscar al estado de Michoacán. Con esa visita se enteró que su hermana aún sigue viva y en la actualidad, radica en Puebla, por lo que busca recuperar la relación. La señora Reyna María Rodríguez, sobrina de ambas mujeres, se contactó con esta casa editorial para pedir ayuda en la localización de su tía. Aseguró que su familiar reconocería los nombres de sus dos hermanos que ahora viven en la ciudad de Tijuana, Ezequiel Burrusqueta Merlán y Saturnino Burrusqueta Merlán. Si usted conoce a Francisca Burrusqueta Merlán o sabe dónde se le puede localizar, haga favor de comunicarse con este periódico para que de esa manera se reencuentre esta familia y las hermanas, que en la actualidad tienen 57 y 59 años de edad, puedan volverse a ver. |