27 Noviembre 2016

Para la investigadora Adriana Palacios Luna, las luchas de las mujeres del municipio de Cuetzalan comienzan por la supervivencia y después se crean lazos que generan una batalla contra la violencia de género.

En su investigación llamada Trabajo, Mujeres Indígenas y Sustentabilidad de la Vida, plasmó que por medio de acciones como el respeto a la naturaleza, la recuperación de la sabiduría ancestral y el conocimiento del cuerpo, las mujeres de la comunidad poblana toman conciencia de su papel en la sociedad y su importancia en la misma.

El trabajo de la investigadora del Centro de Asesoría y Desarrollo entre Mujeres (Cadem) documenta cómo en Cuetzalan, las mujeres han creado un proceso de reflexión que ha desembocado en una lucha que involucra cambiar el capitalismo, violencia y sistema patriarcal para poder construir una sociedad más equitativa.

"En la medida en la que no conoces tu propio cuerpo no puedes amarlo, no puedes defenderlo y lo mismo pasa con el territorio. En el caso de Cuetzalan, las mujeres ya tienen esa toma de conciencia y ya están muy metidas en ese tipo de luchas", declaró la comunicóloga por la Universidad Iberoamericana (Ibero Puebla).

Durante el primer encuentro de la Sociedad Latinoamericana de Economía Política y Pensamiento Crítico (Sepla) aseguró que se debe desmitificar el concepto de que en los pueblos se vive mayor violencia que en las zonas urbanas, pues aseguró que el cambio está en sus particularidades, pero la violencia es la misma.

"En general, la violencia es generalizada en los dos contextos, pues existe a un nivel comunitario, institucional, educativa y laboral", afirmó la catedrática.

Aseguró que el proceso de violencia varía entre las regiones del país, pero señaló que existe en todos lados y es necesario que se desnaturalice. Para lograr esto se debe cambiar los roles culturales y valorar las actividades que realizan las mujeres.

En este sentido, la investigadora señaló que la categoría de pueblos mágicos modifican las prácticas culturales de las comunidades al poner en riesgo las dinámicas que se realizan para satisfacer en ocasiones las necesidades creadas por el turismo.

El despojo y la depredación de los espacios de los pueblos son otros efectos que crean este tipo de políticas de los gobiernos asistencialistas y eso genera un clima de mayor violencia.

Por último, Palacios Luna concluyó conque la defensa del territorio ha sido constante desde hace mucho tiempo en Cuetzalan por la intrusión de las hidroeléctricas y mineras, lo que ha generado que las mujeres se involucren de manera activa.