Un punto neurálgico para el estudio de la contaminación del aire, la lucha contra el cambio climático y el estudio de energías renovables y limpias en la ciudad de Puebla es el Centro de Estudios en Energía y Ambiente, que pertenece a la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Este centro es dirigido por Apolonio Juárez Núñez y sus principales funciones son relacionadas con la investigación, la docencia y la difusión de los conocimientos que se generan. Fotos: Karen RojasEl centro es identificado por la diversidad de estudios que realiza entre los que destacan: el Programa de la Gestión del Aire en Puebla y Tlaxcala; la Estrategia de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático del estado de Puebla y, en la actualidad, una investigación que señala el potencial eólico y de radiación solar de los municipios poblanos para indicar el tipo de tecnologías que se pueden utilizar. En el rubro de la difusión del conocimiento, el centro brinda cursos gratuitos de capacitación para instalar sistemas fotovoltaicos. En 2016, se realizaron dos talleres con una convocatoria de 33 personas atendidas y, debido al éxito, ya se tiene una lista de espera de 50 personas. Un ejemplo de los proyectos desarrollados que destaca por su funcionamiento limpio es la infraestructura energética por la que funciona el edificio en el que se encuentra el centro ubicado en Ciudad Universitaria. En palabras de Juárez Núñez, es un sistema con el que se ahorra dinero, se mitiga la contaminación y es 100 por ciento confiable. El proyecto es un sistema isla que permite obtener la energía por medio de un generador eólico y de paneles solares que, a medida que recolecta la energía del ambiente, la transforma en la electricidad que necesita el edificio. Al ser un sistema isla, funciona de manera autónoma y se convierte en una buena opción para estructuras como hospitales. El proceso de funcionamiento que sigue es obtener la energía del sol y el viento para trasladarla a un controlador que la almacena en 10 baterías y después se traslada a un aparato inversor que la convierte a corriente alterna con el fin de hacer funcionar todo aparato electrónico del edificio. El director del centro afirmó que este tipo de sistema es viable para usarlos en hogares promedio; sin embargo, aseguró que con todo y baterías, la inversión rondaría unos 60 mil pesos que serían recuperados en un periodo de 6 años, pues los ahorros que se registrarían al usar las energías renovables serían significativos. |