Mientras la elección de Donald Trump en Estados Unidos ha despertado pronunciamientos sobre el trato a migrantes mexicanos en aquel país, la violación a derechos humanos de extranjeros –principalmente centroamericanos– y a mexicanos sureños es constante en el territorio nacional, refieren conteos oficiales.

Una revisión hecha a las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en el tema de migrantes, en el marco del 18 de diciembre, Día Internacional del Migrante, arrojó que se han contabilizado 46 casos durante la última década.

Esto implica que cada 2.5 meses, alguna autoridad migratoria ha incurrido o se ha relacionado con abusos que van desde discriminación hasta fallecimientos y por lo tanto, han merecido alguna recomendación.

La mayoría de los expedientes involucran a centroamericanos, aunque también hay casos de personas ecuatorianas, venezolanas, cubanas y chinas, así como de mexicanos chiapanecos violentados.

De los 46 casos, sólo dos se registraron en puntos de paso de centroamericanos dentro del territorio poblano: uno en el municipio de Rafael Lara Grajales, en 2009 y el otro en Soltepec, en 2011.

En el caso de Lara Grajales, 21 centroamericanos se vieron afectados; dos de ellos eran mujeres que fueron secuestradas en un domicilio por policías municipales, quienes les obligaron a quitarse la ropa para no escapar, con pretexto de un operativo.

La recomendación de la CNDH se dirigió tanto al Ayuntamiento como al Congreso del Estado, pues se consideró que los derechos de legalidad, seguridad jurídica, integridad y seguridad personal fueron violentados.

Mientras que en Soltepec, siete migrantes de nacionalidad salvadoreña, hondureña y guatemalteca, así como un reportero mexicano, fueron agredidos física y verbalmente.

Se recomendó al Instituto Nacional de Migración (INM) y a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) por atentar contra las libertades de expresión, propiedad, honor, integridad y seguridad personal, legalidad y seguridad jurídica.

Dado que Puebla se encuentra dentro del paso de migrantes hacia Estados Unidos, fue incluido este año como parte de un estudio del Consejo Ciudadano del INM sobre lo que sucede en Estaciones y Estancias Migratorias.

La revisión a las instancias en Puebla y en el resto del país tuvo lugar entre los meses de agosto y septiembre, e incluyeron revisión de documentos, así como entrevistas con personal del instituto y migrantes.

Los datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) agregaron que el Instituto Nacional de Migración detuvo en este año, a 157 mil 188 extranjeros que no pudieron acreditar su nacionalidad.

De ellos, 32 mil 426 fueron niños y casi la mitad, 14 mil 729, viajaba sin compañía de un adulto; lo que representa el 20.62 del total de extranjeros detenidos en 10 meses.

Los estimados permiten identificar que la tendencia de detenciones al cierre de 2016, será similar a lo que se observó el año pasado, refiere un comunicado de la CNDH.

Regresan pocos voluntariamente

Aunque el Instituto Nacional de Migración (INM) ofrece el regreso voluntario y asistido a centroamericanos, en Puebla hay pocos interesados durante las campañas que se realizan al año en semana santa, verano y navidad.

De acuerdo con personal de la dependencia federal a cargo de módulos de espacios públicos, como el Zócalo o la Central de Autobuses de Pasajeros de la Ciudad de Puebla (Capu), en esas fechas asisten a migrantes cada 20 días.

En ocasiones, se detalló, los casos incluyen sólo a una persona, mientras que en otros casos el regreso voluntario y asistido involucra a familias enteras y otros grupos más numerosos.

Este tipo de servicios involucra tanto a las autoridades migratorias mexicanas como a las de las otras nacionalidades involucradas, a las que se contacta para coordinar el retorno.