Historias que envuelven desde felicidad por la satisfacción de que el trabajo cubre necesidades básicas hasta frustración por personas que no entienden el objetivo del programa federal y pelean por recursos, es lo que ha encontrado la delegada de Prospera en Puebla, Graciela Juárez García, al encabezar el programa social más importante del gobierno federal.

Con dos años dedicados al desarrollo humano y a revertir la situación de las personas en condiciones de pobreza, Graciela Juárez aborda con El Popular, diario imparcial de Puebla, cómo asume su trabajo, los alcances obtenidos y las barreras y la crítica en procesos electorales.

Reconoce la forma en la que el programa intenta usarse con fines políticos, situación que se recrudece aún más en procesos electorales. El reto, subraya, consiste en reiterar las veces que sea necesario el objetivo del programa y que lejos está de mantener a familias que sólo buscan acceder a recursos públicos como un modo de subsistencia.

Menciona que hay historias de mujeres beneficiadas por hasta 18 años, algunas con necesidad y otras más por considerarlo ya un modo de vida, lo que la ha llevado a reforzar las auditorías y a mantener una vigilancia controlada sobre la entrega de recursos.

¿Qué modificaciones se han presentado con las reglas de operación del programa?

- Este año se hizo una actualización que tiene que ver con los enlaces municipales porque en los municipios hay una figura que tiene mayor injerencia de la que deben y estamos estableciendo lineamientos para que no haya manoseo. Por ejemplo: fui a Francisco Z Mena, había un enlace municipal que ya tenía como cinco años, cuando yo llego empiezan a hacerme denuncias y había un periódico de la región que me estuvo grabando todo el tiempo, todas las pláticas que tenía con las señoras y ellas se acercan para denunciar que había proselitismo, que había condicionamiento, que les cobraban cuotas. Mi función es hacer la denuncia y eso lo determina atención ciudadana, o bien depende del Ayuntamiento, no de nosotros.

¿Qué tanto se ha incrementado el apoyo de Prospera? Al ser asistencialista, es demandado y muchas personas se sienten cómodas con el apoyo.

- No es tan sencillo. Es un esquema de corresponsabilidad. Tan sólo en este bimestre (noviembre-diciembre) tuvimos un promedio de 400 bajas no permanentes y se dan porque no fueron a algún taller o si los chicos no fueron a la escuela no reciben la beca. No es tan sencillo. Las familias deben cumplir con requerimientos enfocados a mejorar la calidad de vida de las familias a cambiar su forma de pensar.

Hemos tenido procesos que se llaman de revaluaciones, verificaciones y recertificaciones; de éstos, en 2016 realizamos 100 mil y depende de la denuncia; por ejemplo, si tú sabes que alguna señora tiene Prospera y sus condiciones económicas son buenas y no lo necesita, lo pueden denunciar de manera anónima. Hay un área de atención ciudadana donde recibimos todas las denuncias y se hace un proceso y si la señora ya no es susceptible, se le quita.

La recertificación se hace cada cuatro años como una especie de depuración del programa; por eso este año hicimos 98 mil 400 recertificaciones en los que van los promotores sociales a las casas de las familias para verificar y las hicimos con quienes tienen más de 4 años que no se les ha hecho ningún tipo de encuesta y que tienen 8 o 12 años en el programa. Hay quienes han tenido el programa durante 12 o 18 años y sus hijos ya no estudian o ya superaron sus condiciones de pobreza y ya no lo necesitan. En ese caso se hace recertificación y procede la baja.

¿Cuánto tiempo puede ser una familia beneficiaria, hay un límite?

- El límite es cuando la familia ya supere su condición de pobreza o cuando ya no cumpla con alguno de los requerimientos, en términos generales te puedo decir que para que una familia pueda ser parte del programa necesita ser familia, mujer en edad reproductiva con hijos en edad escolar. No necesitan ser madres solteras, sólo que vivan por debajo de una línea de bienestar mínimo.

¿Qué casos han encontrado de beneficiarios con muchos años?

- Hemos tenido familias con hasta 18 años que estamos dando de baja; son señoras grandes. En nuestro padrón tenemos a mil 76 adultos mayores. Me imagino que en este último proceso de recertificación tendrá que reducir el número, porque además los adultos mayores ya pertenecen a 65 y Más.

De los lineamientos que les marca Coneval ¿hay alguna zona en donde no hubieran imaginado que existiera tal nivel de marginación y pobreza?

- En Puebla a veces detrás de una colonia de altos ingresos hay chozas. Aunque hay zonas muy lejanas como en Zoquitlán, ahí Prospera es importantísimo: vamos cada bimestre y cuando llegas al punto de apoyo, llegan comerciantes a ofrecer su producto y sólo entonces hay carne, ropa, juguetes, se hace una especie de tianguis.

En 2016 abrimos 48 nuevos puntos de entrega de apoyo o sedes; en el último bimestre hicimos 14 para que llegue el programa a zonas todavía más lejanas y que las familias no tengan que desplazarse a cobrar su apoyo.

¿Cómo les afectará el escenario económico que se avecina este año?

- El programa no se va a recortar, pero en materia operativa sí nos afecta un poco porque tendremos que ver la forma de utilizar recursos. No tenemos el mismo recurso para el gasto operativo. Deberemos hacer más con menos, es parte del esfuerzo. Tendríamos que ampliar el trabajo, digamos que si un responsable de atención atendía en un día a un punto o dos de apoyo, tendría que ser una ruta para que pudiera atender cinco puntos en un día y que en lugar de trabajar de 9 a 6 tuviera que trabajar de 6 a 8, esa sería como parte de la optimización.

¿Cómo operan el programa en procesos electorales?

- El año pasado tal pareciera que se preparó una campaña, pero finalmente el programa está blindado, se investiga todo; no sé qué sucedió en el sentido de que unas señoras acusaban a otras o hacían mención, pero sin argumentos reales, sin pruebas precisas y específicas. Finalmente el programa se blindó, se cancelaron las corresponsabilidades en salud, se dejaron de entregar apoyos. Sí ha sido desgastante lo que se ha generado.

Casos de éxito

"El caso de la señora de la Resurrección que vendía gelatinas y que tomó un curso de gelatina artesanal, les dio capacitación a otras compañeras e hicieron su grupo de mujeres productivas, bajaron recursos de Sedesol y hoy tienen un proyecto productivo de gelatinas artesanales"

"El caso de la señora de Tepeyahualco que en 2014 bajó los recursos porque en esa zona se dedican al calzado, ella emprendió su mini empresa y genera ingresos mensuales de 280 mil pesos y hoy le da trabajo a otras cinco familias, no solo es autosuficiente si no que genera empleos dentro de su mismo grupo para otras familias".