Reprochan en Los Ídolos lentitud policial ante robos

Entre los vecinos entrevistados, no hay uno que no haya sufrido de asaltos o robo en los últimos años; casas y calles, en mal estado

Entre los vecinos entrevistados en la colonia Los ídolos, no hay uno que no haya sufrido de algún asalto o robo en los últimos años. En un recorrido que hizo esta casa editorial se constató, por medio de los testimonios de los colonos, que en la zona lo que más urge es que la policía se aparezca, pues los robos están a la orden del día.

Muestra de esto es el caso de la señora Yolanda Solano Portilla, quien trabaja en una tortillería que pertenece a su familia y asegura que en su negocio ya han robado más de una vez en los últimos años. La molestia de Yolanda se debe a que los policías no han llegado a tiempo, por lo que su patrimonio se ha visto disminuido con este tipo de hechos que azota a buena parte de la zona norte de la ciudad.

Mientras forma torres de tortillas, Yolanda afirma que con el incremento en todos los insumos, la situación se ve cada vez más difícil, pues considera que después de los robos de los que ha sido víctima, le cuesta más trabajo que su negocio sea redituable. La señora no esconde su molestia por el olvido en el que vive la colonia, pues afirma que la mayoría de los vecinos son gente trabajadora y es justo a ese sector de la población a quien más golpea la situación económica y de inseguridad que se vive en Puebla y en todo el país.

La opinión es compartida por la encargada de una carnicería que responde al nombre de Pilar García Rodríguez, pues declaró que hace pocas semanas robaron en la casa de sus vecinos y el oficial de policía que llegó no se atrevió a entrar a arrestar a los delincuentes, ya que argumentaba que eran muchos y no podía hacer nada hasta que llegaran los refuerzos.

Los ladrones, que según el testimonio eran muy jóvenes, se escaparon a los pocos minutos y los refuerzos llegaron pasada media hora. Para la encargada del expendio de carne, es urgente que los elementos de seguridad del estado estén mejor capacitados, pues aseguró que en ese caso el policía no tenía ni idea de cómo actuar.

Al preguntarles a los vecinos si los ladrones son de la zona aledaña, la gran mayoría afirma que los delincuentes son centroamericanos. Afirmaron que muchos solo buscan un refugio en alguna de las casas abandonadas que hay por el rumbo, pero otros más sí roban lo que se encuentren con tal de sacar algo de dinero.

Varias casas de la colonia se encuentran en condiciones deplorables y la misma suerte corren las calles. No hay una cuadra que no tenga algún bache, un tope hecho a medias o una banqueta derruida por la falta de mantenimiento. Los cables de luz se encuentran en varios puntos invadidos por diablitos y los postes ya se encuentran astillados.

La falta de mantenimiento en calles y, sobre todo, los baches son los problemas que denuncia Griselda Toxtle. En su experiencia, hay veces que cuadrillas de trabajadores van a cubrir los socavones, pero la calidad del trabajo es tan mala que a los pocos días el bache ya se encuentra igual o peor.

A pocos pasos estaba el señor Edgar García Cruz, quien aseguró que no hay ningún problema en la colonia, pese a estar parado en una banqueta llena de maleza y, enfrente de él, un cable de luz casi llega al suelo. Según su testimonio, ha vivido buena parte de su vida en la colonia y tal vez es por ello que ya ve con normalidad el estado de deterioro en el que se encuentra la zona.

El declarante piensa un poco sus palabras y se atreve a decir que la inseguridad sería el principal problema, pues el año pasado unos conocidos suyos fueron asaltados a plena luz del día, pero justificó el hecho al decir que ya en todos lados hay inseguridad y, por lo tanto, no ve que el problema de delincuencia sea exclusivo de la zona donde vive.

La colonia, que se encuentra a unos metros de la fuente de la China Poblana es de apenas unas cuadras, pero por ella cruza una buena cantidad de transporte público que debe evadir los baches que surgen en cada esquina del asfalto. En espera de una de esas rutas, se encuentra la maestra Esperanza Moran, quien afirma que en la escuela en la que trabaja ya se han presentado múltiples casos en los que asaltan a padres de familia después de recoger a sus hijos.

La maestra dijo que el problema de la inseguridad aumenta con la falta de luminarias en las calles, pues, en las noches, la zona se vuelve en extremo oscura y los asaltantes la han convertido en uno de sus lugares favoritos. En este problema, señaló en particular a las calles 42 Poniente y 7 Norte como un cruce peligroso por la falta de luz y la abundancia de delincuentes.

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