Karen ROJAS | Ya en valoración médica, José Adrián tendrá la oportunidad de llevar una vida como la cualquier niño sano. Contra el cáncer, prohibido rendirse
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José Adrián, de 9 años de edad, y su madre llevan siete años en lucha constante contra la leucemia; su próxima cita será en 2018
En el camión que la lleva de Tecali de Herrera al Hospital para el Niño Poblano, Josefina Hernández Sánchez escuchó de su vecina palabras que le hicieron sentir una presión en el pecho, pues le pidió que le contara cómo iba su hijo con la leucemia, porque todo parecía indicar que su niña de meses podría tener la misma enfermedad.
A 7 años de batallar contra el cáncer, ni ella que lo vivió supo qué decir, pues sabe lo que es negarse a la realidad y sin elementos para pensar que el futuro pueda mejorar con un mal en el que mueren 4 de cada 6 niños.
Ahora que José Adrián Sánchez Hernández, a sus 9 años se encuentra en valoración médica y que por primera vez desde que lo diagnosticaron le pidieron regresar hasta dentro de un año a consulta, tendrá la oportunidad de llevar una vida como la cualquier niño sano, por lo que la única respuesta a la pudo atinar la madre del menor es que pida por los médicos.
"A lo mejor, cuando uno lo vive se niega, es la negativa de '¿por qué a mí?, ¿por qué a mi hijo?' yo le dije, 'ahora que ya pasé por esto, lo que te puedo decir es que le pidas a Dios que ilumine a los médicos, que realmente den con lo que tiene tu hija para que de ahí la puedan ayudar, que pueda recibir el tratamiento adecuado y que salga adelante', ¿qué más podría decir?", contó Hernández Sánchez.
Fotos: Karen Rojas
Josefina comentó que enfrentarse a un diagnóstico como ese es sorpresivo y aunque, de momento, surgen preguntas del por qué pasan las cosas a bebés como lo era el suyo a los 2 años y 8 meses de edad, por lo cual lo único que queda es confiar en los tratamientos que se puedan emprender a fin de ganarle tiempo al cáncer.
Cuando supo del tipo de leucemia de José Adrián, un cáncer que por lo regular afecta a adultos, la causa fue lo que cuestionó al primer oncólogo con el que tuvieron contacto, su respuesta, dijo, fue que en ese momento eso no importaba sino que se concentraran en la atención.
Con el paso de los años y aunque hay avances en el estado de salud de su hijo, la duda del por qué le preocupa que sean las condiciones de su comunidad La Trinidad Tianguismanalco, en donde el uso de fertilizantes es alto y también hay radiación por líneas de torres de luz.
Sin embargo, reconoce que la experiencia es dura pero le ha hecho crecer como mujer y madre, pues se trata de una situación que pocas personas viven, que obligan a cambiar la forma de vida que se llevaba hasta antes del diagnóstico y que incluso deja temores.
Mientras José Adrián era enviado a controles de consultas frecuentes, Josefina recordó que, pese a lo vivido, decidió embarazarse de su segundo hijo y aunque le preocupaba que también presentara problemas de salud, pudo más la oportunidad de que ambos tuvieran a un compañero de vida.
"Cuando estaba enfermo nada más era él, pero cuando lo pasaron a vigilancia decidí tener otro hijo, a la mejor con un poco de miedo pero sí me decidí, porque si él está bien y ha salido adelante con el tratamiento no me gustaría que estuviera solito y ahorita tengo un niño de 3 años", afirmó.
Al finalizar su consulta, el pequeño José Adrián dijo que confiar en los médicos y los tratamientos como lo dice su mamá no es lo único que él recomendaría a otros niños que pasen por una enfermedad y a tratamientos como los que él ha tenido que enfrentar en más de la mitad de su vida.
"Que se cuidaran, que tomen su medicamento, que obedezcan que coman lo que les dan en el hospital y creo que ya", enlista con timidez.
En la actualidad, José Adrián está en cuarto año de primaria, sueña con ser policía o soldado ya que le atrae todo lo relacionado con armas, tanques de guerra e incluso aviones como los que se ven en los desfiles; mientras, en la escuela, su materia favorita es la de español porque leen cuentos y trabalenguas.
Por último, su madre comenta que en las valoraciones médicas hasta bromean con que su hijo sea el único al que no le da ni gripa en la familia y es resistente a las enfermedades, pero lo que ahora le preocupa es que logre integrarse más con sus compañeros de primaria, ya que le cuesta trabajo.
