Karen Rojas | Un encuentro entre las marcha contra el "gasolinazo" y Vibra México provocó minutos de tensión en el zócalo. Peña Nieto, el factor de la discordia en Puebla
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Entre empujones, participantes de la movilización Vibra México e inconformes con el "gasolinazo" intercambiaron acusaciones
El presidente Enrique Peña Nieto quedó en medio de dos grupos de manifestantes en el Zócalo de Puebla: los que le criticaron por el gasolinazo, en la sexta marcha nacional relativa al tema y los que le respaldaron frente a Donald Trump, en el acto Vibra México.
Aunque entre ambas actividades había una hora agendada y una plaza cívica de diferencia, ambos grupos se encontraron cerca de la Fuente de San Miguel, donde se vivieron minutos de tensión.
Pese a la negativa de algunos participantes de Vibra México para que una decena del otro bando se acercara a su templete, lo hicieron y el Himno Nacional acabó por entonarse con una caricaturización de cartón de Peña Nieto a lo alto.
Foto: Karen Rojas
Caminan contra el gasolinazo
Después del mediodía, más de una centena de inconformes por el alza en el precio de los hidrocarburos, entre los que destacaban integrantes de organizaciones sociales, salieron del Paseo Bravo rumbo al Palacio Municipal.
Activistas del magisterio, temas ecológicos, sindicalizados del gobierno del estado y del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y de la Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) 28 de Octubre, exigieron la salida de Peña Nieto.
Hacia las 13:00 horas llegaron frente al Palacio Municipal. El grupo ya alcanzaba los 200 participantes y se emitieron algunos mensajes contra el gasolinazo y también contra la organización de Vibra México.
"¿Quieren que estemos unidos?, lo estamos pero no alrededor de Peña Nieto", dijo por ejemplo Zvezda Castillo Romero, activista defensora del exaviario de Puebla, al tomar la palabra.
Después de los discursos, la mayor parte de manifestantes se concentró en una recolección de firmas en el asta bandera y fue una decena la que se acercó hacia la actividad alterna.
Foto: Karen Rojas
Se hacen de palabras
Los manifestantes de Vibra México comenzaron a concentrarse hacia las 13:00 horas a un costado de la Catedral, donde ya se había instalado un templete, lonas y equipo de sonido.
Media hora después, se registró el acercamiento de los opositores de Peña Nieto con los que defienden su administración frente a Donald Trump. Se hicieron de palabras y hubo algunos empujones y jaloneo de mantas.
Mientras los críticos al gobierno federal argumentaban que la amenaza para el país son las reformas estructurales y que Vibra México era organizado por empresarios con intereses particulares, el otro grupo lo negaba y les pedía retirarse.
"¡Vayan a su evento aquí nos vamos a quedar pacíficamente!", gritó una de las inconformes con los opositores.
"¡Cállense, no es así, no en esta marcha!", así como un "¡Queremos Paz! ¡Queremos Paz!", también se escuchó de otras participantes de la actividad de Vibra México en Puebla.
Tras la confrontación, los opositores a Peña Nieto lograron acercarse a la Catedral, donde gritaron varios "¡Fuera Peña!" y mostraban pancartas que integrantes del grupo contrario intentaban tapar con prendas de ropa.
Para José Nicolás Rodríguez Fabre, uno de los organizadores de Vibra México en Puebla, no hubo confrontación de ideas sino diferentes formas de expresión por fines similares.
"Yo no creo que sea confrontación, realmente estamos por motivos que nos unen, han gritado México con nosotros, han estado aquí presentes con nosotros, traen una idea un poco más, eh, ¿cómo lo explico?, una idea un poco más agresiva; pero finalmente yo creo que buscan lo mismo que nosotros".
De acuerdo con el estudiante de Economía en la Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP), fueron él y un grupo de amigos, quienes se organizaron para pagar la música, el templete y el sonido, más no empresarios.
En la actividad participaron también otros académicos de la UPAEP, una de las universidades convocantes, panistas como Gabriel Hinojosa Rivero y Antonio Sánchez Díaz de Rivera, así como algunos empresarios. El grupo tampoco superaba las 200 personas.
