Sigue Huauchinango en contingencia a 6 meses de Earl
A medio año de la tormenta tropical, los apoyos no acaban de llegar, los caminos siguen devastados y las clases se imparten a media calle
El lodo todavía cubre algunas casas de Huauchinango, los caminos siguen devastados, las aulas móviles para que los alumnos tomen clase se encuentran a mitad de la calle y los pobladores ven lejos el hecho de tener a su comunidad como antes del paso de la tormenta tropical Earl.
A seis meses de la tragedia, los apoyos no terminan de llegar y los oriundos de la Sierra Norte han redoblado esfuerzos para salir adelante luego de perderlo todo. Luisa Castillo Velázquez ha pagado renta por medio año para vivir en un lugar fuera de riesgo con sus dos hijos, ya que Protección Civil le dijo que no podía regresar a su casa ni reconstruirla por la zona en la que está ubicada. Luisa recuerda que la noche en la que cayó la tormenta, estaba en casa de su cuñada, en una fiesta familiar y, cuando decidió volver a casa con sus hijos, le dijeron que no podía pasar, pues el agua ya la había cubierto y representaba un riesgo intentar acceder a lugar; esa misma noche se desplazó a la presidencia para resguardarse de la lluvia. "Cuando llovió estuve en el albergue por 15 días, después acomode mis cosas que pude rescatar y me fui a rentar, ahorita estoy pagando 500 pesos la renta y gracias a Dios que llegó la tarjeta (un apoyo social por la tormenta) me compré mi estufita y las camas individuales y estoy bien gracias a Dios", aseguró. A Luisa le urge que se concrete la reconstrucción de Cuacuila, de donde proviene, ya que lo poco que recibe como apoyo del programa Prospera y lo que gana con su trabajo en aseo es insuficiente para pagar la renta y mantener a sus hijos.
Para Leonor Olivares Bonilla, no fue fácil dejar su casa, por lo que prefirió quedarse en ella, pese a estar dañada por el paso del agua y que eso represente un riesgo en caso de un nuevo fenómeno natural. "Yo ahí vivo porque no me hallo en ninguna otra parte, aunque está cuarteada mi casa, ahí vivo, yo estoy solita, de hecho trabajo y mientras trabaje y tenga fuerzas no me voy a ir de esa casa", sostuvo.
Ella no lo perdió todo, sólo algunos enseres porque el agua logró entrar a su casa; sin embargo, la zona en la que vive es de alto riesgo, pero prefiere quedarse en su hogar para lavar y cocinar ajeno que ir a vivir con sus hijos, que ya "tienen hecha su vida". "Yo vivo en una ladera, mi casa está casi volando, no tiene muros grandes, pero ahí no pasó nada, sólo se cuarteó de las esquinas y se bajó la tierra", dijo. Aunque el gobierno estatal no le ha explicado cómo es que la va a apoyar para reubicarse, Leonor aseguró que es feliz en su casa, en su comunidad, con sus vecinos y prefiere que le construyan una "bardita" para que no se caiga su hogar en Cuacuila.
Fotos: Elena Domínguez/Agencia EnfoqueEste jueves 23 de febrero, el gobierno estatal, el federal y la iniciativa privada comenzaron con la entrega a largo plazo de 360 viviendas en la zona que azotó el paso de Earl; asimismo, se entregaron enseres domésticos para los afectados. Durante el evento, que tuvo lugar en Xaltepec, Huauchinango, el gobernador de Puebla, José Antonio Gali Fayad, señaló que invertirá 72 millones de pesos para la construcción de 260 viviendas, mientras que la fundación Corazón urbano entregará 100 casas más con una inversión de 13 millones de pesos. En presencia de la directora de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Nuvia Mayorga Delgado, el presidente municipal de Huauchinango, Gabriel Alvarado Lorenzo, solicitó el apoyo de las autoridades para agilizar la construcción de los caminos y puentes destruidos por la hecatombe del pasado 6 de agosto. |