Alteración de datos en la incidencia delictiva de homicidio reportada ante el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) es lo que habría arrojado la gestión del exgobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, lo que supera observaciones, incluso detectadas, durante la administración de Melquiades Morales Flores, así como de Mario Marín Torres.

La organización civil México Evalúa presentó los resultados de su investigación "Cada víctima cuenta: hacia un sistema de información delictiva confiable", basada en pruebas estadísticas que determinaron posibles casos de manipulación de la información sobre homicidios dolosos que las procuradurías, ahora fiscalías, enviaron al Centro Nacional de Información del SNSP.

El estudio -que formó parte del Foro Internacional de Evaluación de Estadísticas Delictivas, organizado por México Evalúa y la embajada británica en México-, señala que, si bien, no se puede asegurar manipulación de datos, tampoco se puede garantizar la ausencia de esto, ante lo cual, se recomienda realizar evaluaciones de la calidad de la información sobre homicidios que los estados entregan.

El caso de Puebla destaca por el gobierno de Rafael Moreno Valle, el cual se coloca en el lugar 14 en observaciones entre la relación que reportó de homicidios dolosos y culposos; es decir, desde un enfoque de estadística, se determinó repetición de cifras, lo que no garantiza fiabilidad en el informe y, por ende, un mayor grado de adulteración de datos.

Por debajo del ahora aspirante a la candidatura panista a la presidencia de México, se ubicó la administración de Melquiades Morales Flores (2001-2005), la cual presentó un escenario similar en reporte de cifras a la de Moreno Valle; no obstante, la posible alteración sería menor, no así en comparación con su sucesor, Mario Marín Torres.

Mientras el gobierno de Morales Flores se ubicó en la posición 18 de 31 gobiernos estatales con mayores observaciones, el caso de Mario Marín se posicionó incluso fuera de esta evaluación, ya que su reporte no arrojó disparidades como el de su sucesor y antecesor.

En específico, el análisis expone que la tendencia en homicidios dolosos deriva de un menor registro de homicidios culposos; no obstante, si ambos presentan el mismo comportamiento -es decir, una relación positiva-, se advierte de una posible manipulación.

Gráficos: Cortesía

El informe puntualiza los casos de Quintana Roo, Tlaxcala, Tabasco, Estado de México, Michoacán, Jalisco, San Luis Potosí, Veracruz, Durango, Nayarit, Colima y Puebla, como ejemplos de una fuerte relación entre la evolución de las tasas de homicidios dolosos y culposos. Al evaluar por gobiernos, México Evalúa identificó una fuerte asociación entre ambos tipos de homicidio en 19 de las 32 entidades.