Se suma la explotación sexual a feminicidios en Puebla

Organizaciones que analizan la trata de personas señalan que la entidad ha pasado de ser un lugar de tránsito a uno de consumo

Organizaciones que analizan la trata de personas en Puebla, Tlaxcala y la Ciudad de México señalan que al problema de los feminicidios se suma la creciente tendencia de la entidad como un destino para el consumo de servicios sexuales.

David Peña, abogado del Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social, indicó que hasta antes de 10 u 8 años, Puebla resaltaba como un punto de tránsito de mujeres secuestradas y con destinos programados en otros puntos del país; sin embargo, a partir de estas fechas, comenzó a mencionarse al Centro Histórico y municipios de la zona limítrofe de Tlaxcala, como puntos de explotación de mujeres con fines sexuales.

"Es justo donde hay una red local que recibe a las niñas, a las mujeres que han sido capturadas, enganchadas y las inserta en una red local de trata, donde están trabajando, donde las controlan, donde ejercen el comercio sexual", explicó.

Peña cometo que el cambio de una entidad de tránsito a una de consumo es grave por la descomposición social y del sistema político que estas actividades implican.

Para permitirse el paso de mujeres secuestradas, detalló, podrían suponerse los sobornos a elementos de seguridad pública, pero el hecho de que en Puebla se ofrezcan servicios, implica otros niveles de corrupción.

Miriam Pascual Jiménez, defensora de la asociación civil Red Retoño, con sede en la ciudad de México, indicó que además del feminicidio y consumo de trata en territorio poblano, se suma también el que la entidad no asume su responsabilidad por desapariciones en Tlaxcala.

En los últimos 14 meses en los que se ha revisado el asunto en San Pablo del Monte, explicó, se han conocido 10 casos y documentado tres en los que el común denominador fue que, a pocas horas, ni las secuestradas pisaron Puebla.

En el proceso en el que las autoridades de Puebla y Tlaxcala se excusan de su responsabilidad, desaparecen pruebas y corre el tiempo en que las víctimas pueden ser alejadas aún más de sus lugares de origen.

"Hay un punto rojo justo en este corredor porque ambos gobiernos no quieren asumir la responsabilidad de que en este territorio, analizándolo desde un punto de vista geopolítico; es ese territorio es donde se están llevando a cabo feminicidios en Puebla y trata en Tlaxcala", comentó.

Pascual Jiménez recordó que de los tres casos documentados por Red Retoño y que tuvieron vínculo con Puebla, sólo no han logrado ubicar a Karla Romero Tezmol, desaparecida en 2016 con 11 años de edad.

Mientras, en los casos de Sandra Xahuantila y Sarahí Tezmol, ambas fueron ubicadas pero porque sus familias iniciaron con rastreos por su cuenta y sin el apoyo que obliga la ley.

Según el Protocolo de Palermo, recordó la abogada, sólo se requieren 20 horas para que una víctima de trata de personas pueda ser movilizada a otro país, por lo que la respuesta de los gobiernos es limitada.

Los representantes del Grupo de Acción por los Derechos Humanos y la Justicia Social y la Red Retoño coincidieron en que en la información que vincula a Puebla con el consumo de trata y el paso de las víctimas las cifras son difíciles de cuantificar, pues son controladas por las mismas autoridades.

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