Karen ROJAS | Los habitantes demandan que en ocasiones el servicio de recolección no pasa. Concepción Guadalupe, entre mal olor, plagas e inseguridad
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Los vecinos de la colonia ubicada en San Andrés Cholula señalan que sus casas están cerca del cauce del agua contaminada del río Atoyac
Entre el hedor del río Atoyac, el exceso de basura y una gran cantidad de perros callejeros, viven los pobladores de la colonia Concepción Guadalupe ubicada en San Andrés Cholula.
Rodeados por el cauce del agua sucia y el paso del Ecoparque Metropolitano, cholultecas señalan que aunque mejoró la imagen urbana en un tramo del lugar con ese proyecto, la Concepción luce como siempre, incluso se transformó para mal en los últimos años con el exceso de grafiti y basura en las calles.
Lo que más molesta a los colonos es el olor del río por la tarde, cuando el sol está en su punto máximo, relatan que es insoportable, tanto, que tienen que cerrar y hasta sellar puertas y ventanas para evitar que "en tiempo de secas" el hedor se aloje en sus casas y hasta se impregne en sus pertenencias.
El colono Pedro Ramírez recuerda que hace varias décadas, cuando llegó a vivir a la zona, el agua del Atoyac estaba más limpia, era agradable ver su paso y hasta bajar a la ribera del río; sin embargo, con los años poco a poco el agua se tornó de colores más oscuros.
"Cuando llegamos (su familia y él) el agua estaba blanquita, hasta había pescados, pero ahora con tanta cosa que le echan al río ya no sabemos de qué color es, unos días es verde, otros negro, rojo y cuando hicieron la ciclopista nos dijeron que iban a limpiar el río pero es la hora que sigue igual", afirmó.
Es un foco de infección
A Mariana López, habitante de la zona, le preocupa mucho el exceso de perros, que sacan la basura para comerse las sobras de comida, que los canes no tengan dueños que limpien su suciedad, así como el olor y los gases que pueda despedir el río, pues todo eso, en suma, representa un focode infección para la comunidad.
También es una molestia para ella y sus pequeños que las autoridades no concluyan aún las obras de mejoramiento vial de la calle Francisco I Madero, pues se ha levantado el polvo y ha entrado en las casas, ensuciando las propiedades por dentro y por fuera.
Por la basura de las bolsas que sacan los perros y nadie barre, se tapan las coladeras, que en tiempo de lluvia impide el paso del agua y ocasiona que se estanque, obstaculizando el paso vehicular y peatonal por la zona hasta que se despeja.
Para las calles que se encuentran más cercanas al río, cuando se estacan el agua termina en el cauce, pues es en las privadas que se ubican menos inclinadas donde los ciudadanos no pueden hacer mucho cuando se tapa una coladera de su calle.
El servicio de recolección de basura usualmente pasa cada tercer día; no obstante, hay ocasiones que este no se aplica en los horarios y días programados, lo que provoca que los perros la saquen o permanezca ahí por días, generando un mal aspecto para la zona, además de una descomposición más rápida de los desechos porque están expuestos al sol, la tierra y el agua, acusó Ángel Román, vecino del lugar.
Sólo vigilan el Ecoparque
El Ecoparque Metropolitano se mantiene vigilado por policías enviados por el estado y en ocasiones por el municipio, no así el resto de la colonia, que al ser paso de los trabajadores de la zona de Angelópolis, se convierte en un blanco para la delincuencia, ya que varios sujetos ocupan las calles de la Concepción Guadalupe para asaltar a los transeúntes todos los días y especialmente cada quincena.
La colona Clara Morales, que todos los días tiene que cruzar su colonia para llegar al trabajo, señala que en todo el corredor para salir al bulevar Atlixcáyotl hay inseguridad, de hecho, todos los trabajadores tienen temor de ser asaltados, pues ha habido atracos en puentes peatonales y hasta lesiones con armas punzocortantes para quienes se resisten al asalto o simplemente no llevan dinero u objetos que le interesen a la hampa.
Ante la ola de inseguridad, en la colonia ya se han organizado para evitar asaltos a casa habitación y en ocasiones a los transeúntes, por ello instauraron el programa Ciudadano Vigilante, principalmente en la calle Frontera, donde es común que los delincuentes esperen a los colonos para atracarlos en el puente que cruza el río.
Es a petición de algún ciudadano que asista una patrulla para algún auxilio en caso de atracos en la zona, ya que de otra forma la vigilancia se da de forma esporádica en el lugar, principalmente en las calles y privadas más alejadas de la ciclopista y donde hay menos luminarias, comentó Rosa Márquez.
Formas de vida dividas por el río
Aunque la colonia se ubica a un costado de uno de los lugares con mayor plusvalía en la zona metropolitana, es evidente la disparidad en la que viven los colonos, en casas modestas, algunas en obra negra o simplemente descuidadas, mientras que a lo lejos se asoman los edificios de Palmas Plaza y Cúmulo de Virgo.
Además de las condiciones en las que se encuentran la mayoría de las viviendas, están a la vista una gran cantidad de muros rayados con grafiti, autos abandonados y pavimento en mal estado, lo cual da una mala vista a la zona y afecta a los colonos.
