Con un registro en el Sistema Nacional de Atención a Víctimas (SNAV), una denuncia interpuesta ante la Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales (Fepade) y más de un año de atención psicológica a causa de las agresiones encabezadas por Inés Saturnino López Ponce, edil de Tecamachalco, la regidora Ruth Zárate Domínguez asegura que la violencia política es permanente en dicho municipio. Entrevistada por El Popular, diario imparcial de Puebla, refiere la tensión que se ha generado en las sesiones de trabajo y la postura que ha decidido asumir para evitar mayores confrontaciones, sin afectar su trabajo que, reitera, parte de cuestionar cualquier anomalía detectable en la gestión del munícipe. Recuerda que tras la falsificación de un acta de Cabildo, derivada de una sesión extraordinaria inexistente, comenzaron las agresiones tanto al ejercicio de su regiduría como a su condición de mujer. "Desgraciadamente ha ganado la impunidad, la corrupción", dice del documento con fecha de marzo 2015 que tiene su firma falsificada y sobre lo que nadie ha dado respuesta ni ha recibido sanción. ¿Qué pasó con la denuncia por esa acta de Cabildo falsificada?-Ya van a ser tres años desde que presentamos la denuncia y nadie hizo nada. En esa sesión, supuestamente se trataron temas relacionados con asignaciones presupuestales y terrenos. A partir de ahí, comienza la batalla por pedir transparencia. Para mí es un acto de corrupción, una mentira al municipio. Como no soy parte de las complicidades (con el alcalde Inés Saturnino), se genera la violencia política contra mí y como soy comerciante, el presidente quiso atentar contra los derechos de los comerciantes. Ya querían cobrar mil pesos el metro cuadrado de los anuncios por mes, cuando antes no cobraban nada. Debimos organizarnos y promover una clausura simbólica de la Presidencia Municipal.
Y vino la retención de su salario durante un año ¿Cómo siguió este proceso legal?-Llevamos todo un orden. Se presentó primero, como debe ser, en el municipio, ante la Contraloría y en la Tesorería. El tesorero me respondió que por órdenes del presidente municipal se había detenido mi pago, porque me habían calificado. No sé de dónde sacó eso. Pregunté en qué se basaron para calificarme y ya no me respondieron. Venimos a la Auditoría (Superior del Estado) y al Congreso, pero tampoco hubo respuesta; interpusimos denuncia en tribunales federales, donde por primera vez se le gana a un alcalde. Ganó la legalidad, la justicia, la verdad; pero después, en un acto de venganza política, él decide no cumplir la sentencia, por lo que promovimos su incumplimiento y en Cabildo del 8 de septiembre de 2015, llega el tesorero con una bolsa negra y empiezan a sacar y aventar el dinero, me levanto y se los dejo. Decidí la vía larga que es la legal, la más cansada en este país. ¿Se han acercado más regidores para abordar casos de abusos o violencia?-Hay otro caso, de la regidora Selene Aguas Rodríguez en Juan C. Bonilla, a quien desde hace dos años le retuvieron su salario. Hago un llamado al Tribunal Electoral del Estado ¿Qué pasa con las denuncias de los regidores a quienes los presidentes municipales les retienen su remuneración para callarlos? Conmigo se han acercado regidores de San Luis Potosí, Morelia y de Puebla, específicamente de Tlachichuca. He platicado con más de 50 regidores y todos se desaniman por la prepotencia e impunidad de los ediles. Foto: Andrea CORTÉS¿Cómo se encuentra tras esta violencia de la que fue víctima?- Lo primero que tuve que hacer fue reconocerme como víctima, que fui amedrentada, violentada. La primera vez que reconozco que soy víctima fue cuando el Tribunal le señala al presidente municipal: "estas violando los derechos de la regidora". Antes, platicaba mi caso llorando. Ahora ya no se me quiebra la voz después de las terapias psicológicas. En la Procuraduría General de la República (PGR) recibí dos días de tratamiento de 12 horas, pruebas psicológicas. Antes de entrar a Cabildo iba a terapia porque llegaba con ansiedad y angustia. La Fepade mandaba la psicóloga a Puebla y aquí recibí las terapias que concluyeron en febrero. ¿Su partido, Nueva Alianza, la apoyó en este proceso?-Yo ya me considero independiente. Desgraciadamente es política. Entré (a la regiduría) por Nueva Alianza y es otra parte con la que muchos regidores se están encontrando: sus partidos los van dejando solos, nos van dejando solos, nos dicen que nos callemos y nos arreglemos con el presidente municipal. El dirigente estatal (Gerardo Islas, actual titular de la Secretaría de Desarrollo Social) tuvo conocimiento de este caso pero no me buscó, no tuve el respaldo de mi partido, el pago del abogado para llevar mi caso ante la Fepade, fue personal.
¿Alguna vez pensó en retirarse por miedo?- Sí. Después de que me aventaron el dinero, a los pocos días, me operaron de la vesícula y en ese momento pensé en que estaba de por medio mi salud. Después de la cirugía estuve más tranquila. Como regidora de panteones ¿qué irregularidades ha detectado?-Tengo información del anfiteatro dentro del Panteón Municipal de San Ángel, en Tecamachalco. Hay jeringas y guantes con sangre sin el control sanitario adecuado y al no tener respuesta en el municipio, llevé al caso a instancias estatales y se hizo un proceso de limpia, aunque me reportan que las cámaras de refrigeración no sirven. He girado oficios pidiendo recursos para rescatar y limpiar los panteones, pero se niegan y en contraste, el municipio se gasta medio millón de pesos en combustibles ¿y no hay para limpiar panteones? Es ilógico. Apenas giré un oficio al síndico para que me dé opciones de terrenos para construir un panteón que atienda a las juntas auxiliares, barrios y rancherías, pero en el municipio sólo cuando es 2 de noviembre se acuerdan que hay panteones y corren a limpiarlos. |