Ciclovías, megaobras olvidadas y vandalizadas
Millones de pesos invertidos para ciclistas son ocupados más por peatones, pues los proyectos no fueron planeados para conectar las pistas
Tras darse a conocer la remoción de la ciclovía de la autopista México-Puebla, esta casa editorial realizó un recorrido para constatar cómo se conservan estas megaobras que costaron millones al erario público. En el tramo de la 31 Oriente y bulevar 5 de Mayo, la ciclopista permanece sin mantenimiento; la señalética ha sido vandalizada, hay hojarasca y heces fecales, además que las lámparas a nivel de piso están deterioradas, incluso han sido desprendidas. Este puente forma parte de la ciclovía que va del Centro a Ciudad Universitaria, cuyo costo ascendió a los 45 millones de pesos invertidos en apenas 4.8 kilómetros. La mayoría de los poblanos no utilizan las ciclopistas para trasladarse en bicicleta, es decir, hay más tránsito de peatones que de ciclistas. Y es que pareciera que estos proyectos no fueron planeados en bien de los ciclistas, pues las ciclopistas no están conectadas entre sí y por lo tanto aportan poco a la movilidad. Basta con ver el tramo de ciclovía que se extiende por el bulevar Esteban de Antuñano, pues el carril exclusivo para ciclistas se termina a un lado del Parque de los Gigantes y ni siquiera alcanza a llegar a la ciclopista elevada de la avenida Hermanos Serdán. La construcción de esta obra tuvo un costo superior a los 273 millones de pesos y recorre 14.5 kilómetros. El colmo es que las guarniciones que están a la altura de La Constancia ya fueron destruidas. En tanto, el gobierno del estado encabezado por José Antonio Gali Fayad, anunció que invertirá recursos propios para la remoción y habilitación del tercer carril del bulevar de la autopista México-Puebla, mientras tanto queda la incógnita de a quién se le fincaran responsabilidades por la mala planeación de la obra. |