Con problemas de sobrepoblación, hacinamiento, violaciones a los derechos humanos, deficiencia en la alimentación y falta de higiene, nueve cárceles poblanas fueron reprobadas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), que advierte también de problemas de autogobierno por parte de reos en los Ceresos de Puebla y San Pedro Cholula, éste último en conflicto entre el municipio y el estado.

En su Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2016, presentado este jueves 8 de junio en la Ciudad de México, la CNDH estableció una calificación de 5.24 puntos a las cárceles municipales de Puebla, mientras 10 es la mayor puntuación; no obstante, a nivel nacional, el rango promedio fue menor, de apenas 3.90 puntos.

El organismo defensor de los derechos humanos evaluó las cárceles municipales de 8 entidades. En el caso de Puebla se revisaron 10 ceresos, 9 de ellos con calificación reprobatoria, con Atlixco el peor caso al sumar 4.04 puntos, esto por problemas de hacinamiento, violaciones a los derechos humanos, aislamiento, insuficiencia de instalaciones, problemas de higiene de la cocina y comedores, deficiencias en la alimentación y presencia de actividades ilícitas.

De acuerdo con las visitas hechas por visitadores de la CNDH del 16 al 20 de mayo en la cárcel de Atlixco, se observó falta de capacitación del personal penitenciario, deficiente integración de expedientes técnicos-jurídicos de cada detenido e insuficiencia en la atención de programas para adicciones y desintoxicación.

Seguido de Atlixco, se colocó la cárcel de Huejotzingo con 4.47 puntos; Huejotzingo con 4.47 puntos; Acatlán de Osorio, con 4.88 puntos; Izucar de Matamoros, con 5.01 puntos; Xicotepec de Juárez, con 5.28 puntos; Teziuitlán, con 5.54 puntos; Tecamachalco, con 5.53 puntos; Zacatlán, con 5.60 puntos; y Tepeaca, con 5.86 puntos.

Las cárceles poblanas reprobadas presentan problemas similares que parten -sobre todo- de la sobrepoblación penitenciaria, situación existente en todas; además, en su mayoría vulneran la integridad personal del interno, no presentan condiciones para garantizar una estancia digna y no cuentan con programas de atención a grupos de internos con requerimientos específicos.

Destaca el caso de la cárcel de Zacapoaxtla, cuya calificación resultó aprobatoria (6.19 puntos), contrario al resto de cárceles municipales evaluadas, para incluso colocarse en el segundo lugar nacional con mejor evaluación de las cárceles municipales en 8 estados del país.

Con esta calificación, la cárcel de Zacapoaxtla se colocó por encima de la evaluación otorgada a los centros penitenciarios de San Pedro Cholula y Tehuacán, que obtuvieron evaluaciones de 6.12 y 6.16 puntos, respectivamente.

Mientras, en la cárcel de Tehuacán, los mayores problemas se concentraron en el hacinamiento, atención a personas indígenas y condiciones de higiene y equipamiento; en San Pedro Cholula se advierte autogobierno, al igual que en el Cereso de Puebla capital.

Además, la cárcel de San Pedro Cholula destaca por la insuficiencia de instalaciones para el funcionamiento del centro, deficiencias en el proceso para la imposición de las sanciones disciplinarias y separación entre procesados y sentenciados.

La cárcel de Puebla capital sumó una calificación de 6.94 puntos, si bien es aprobatoria, le superan las cárceles de Ciudad Serdán, que alcanzó 7.42 puntos, y la de Tepexi, con la evaluación más alta de 8.30 puntos, incluso ésta última se colocó en el lugar 8 a nivel nacional con el mayor crecimiento.

Solo las cárceles de Xicotepec y Puebla lograron posicionarse por encima de la calificación promedio que la CNDH dio a las cárceles en los estados, la cual fue de 6.28 puntos. Fue en gran medida la calificación de Xicotepec que otorgó a la entidad una evaluación promedio de 6.99 puntos que resultó aprobatoria, pero lejos del primer lugar estatal, Guanajuato, con 8.22 puntos.

Puebla no ha alcanzado su mayor calificación obtenida desde 2009, la cual fue de 7.82 puntos; desde ese entonces, la tendencia respecto a la condición de sus cárceles se ha mantenido en 6 puntos.

Durante 2016, Puebla presentó ocho casos por desórdenes en cárceles, 23 riñas y 35 quejas ante la CNDH, lo que dio un total de 66 incidentes que colocaron a la entidad en la posición 9 a nivel nacional con mayor número de incidentes en centros de reclusión.