A 63 kilómetros de la ciudad de Puebla, en dirección al volcán Iztaccíhuatl, se encuentra el ejido de Santa Rita Tlahuapan. La llegada de turistas es vista de manera normal por los habitantes de Santa Rita, pues desde la segunda semana de junio inició la temporada de luciérnagas, un espectáculo reservado sólo para lugares que cuentan con reservas ecológicas, como es el caso de Tlahuapan. Santa Rita colinda con municipios como Tianguismanalco o San Nicolás de los Ranchos, dos de los municipios que mayor número de incendios y de hectáreas afectadas por esto poseen según el último informe de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Cuestionado sobre los incendios en Tlahuapan, el conductor de la camioneta de Conafor delegación Puebla, Carlos Arreortúa García, minimiza los casos. "Se han dado, pero se controlan, si acaso afectan cinco o diez hectáreas, lo que pasa es que como está la temporada de luciérnagas, todo eso se tiene muy bien controlado", dijo. El comisariado ejidal de Santa Rita Tlahuapan, Marcelino Ventura Castillo, da la bienvenida a los asistentes: fotógrafos, reporteros y camarógrafos, y explica que en dicho lugar han trabajado de manera ardua para promover el turismo, por lo que una vez terminada la temporada de luciérnagas, esperan una derrama económica de 500 mil pesos. Luego revela los datos más importantes: Tlahuapan significa "en la tierra de encinos", se fundó el 29 de noviembre de 1923 y lo conforman 390 ejidatarios, de los cuales 304 son hombres y 86 son mujeres, lo cual en el acumulado dan mil 627 hectáreas. Acerca de las luciérnagas, Ventura Castillo asegura que han resguardado la zona forestal, que se compone de 300 hectáreas, para mantener en buen estado a las luciérnagas y afirma que poseen cuatro especies de éstas. Comienza el recorrido y los 50 guías del poblado de Santa Rita Tlahuapan exhiben todo un protocolo de acciones a seguir para disfrutar del paseo: no encender luces de aparatos electrónicos y caminar a través del sendero que ellos indiquen, pues afirman que los huevecillos de luciérnagas se ubican a ras de suelo, por lo que, si la gente no tiene cuidado, podría pisarlos, por eso han labrado un camino que se encuentra libre de éstos. Los ojos se amoldan poco a poco a la falta de luz, el guía Efraín Muñoz reconoce que al principio puede ser complicado caminar a oscuras, pero si no fuera de éste modo no se podría apreciar el espectáculo de las luciérnagas y antes de que termine de hablar, los primeros destellos de luz aparecen de entre los troncos de los árboles, otros parecen descender del cielo y algunos más, producen la apariencia de brotar del suelo, vistos así, son como flashes de cámaras. Santa Rita Tlahuapan y sus luciérnagas no están exentas de sus leyendas, la primera de ellas que cuenta Efraín, es que, en tiempos prehispánicos, las culturas que allí se establecieron aseguraban que su luz era el espíritu de los muertos que vagaba en los bosques. La siguiente leyenda se remonta a la época de la Revolución Mexicana, pues dentro de la zona forestal de hay un paraje denominado Tres Marías, pues en aquellos años, tres mujeres que huían de las tropas carrancistas se refugiaron en aquella reserva y, sintiéndose perdidas, imploraron ayuda, a lo que la luz de las luciérnagas les permitió orientarse. Fotos: Karen Rojas/ArchivoDe un momento a otro, la llovizna se convierte en aguacero y golpea toda la reserva forestal; sin embargo, las luciérnagas no descansan, hasta que saben que hemos terminado el recorrido. Y en Santa Rita Tlahuapan, el lugar de los encinos, se comprueba que de la oscuridad siempre saldrá un destello de luz. |