Sin alianzas ya no hay competencia política, afirma la politóloga del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores (ITESM) Campus Puebla, Maribel Flores Sánchez, para quien esta idea del ejercicio electoral refleja que la autenticidad se ha rezagado, que los partidos han perdido sus ideologías y que ahora se trata de ganar por ganar el poder. Atrás, asegura, han quedado las construcciones de militancia que perfilaban a los candidatos. Ahora la apuesta electoral va más sobre el perfil del candidato, sin que esto implique un historial de identificación partidista. En entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla, desmenuza la situación actual de los partidos, plantea un escenario donde éstos se niegan a conformar plataformas de gobierno y optan por concentrarse en una figura, la del candidato, aunque ello refleje que carecen de propuesta.
¿Es posible la democracia con alianzas de partidos históricamente distantes?- En el contexto actual, para un partido político es cada vez más difícil competir solo, ya es insuficiente la capacidad que tiene el partido político para obtener un resultado electoral triunfador porque tenemos varios problemas. En primer lugar hay una gran apatía, desinterés y desafección hacia la política que inhiben o desincentivan al ciudadano a ir a votar; segundo, la militancia de los partidos políticos tampoco se va incrementando, al contrario, va decreciendo o está estática; entonces, esto no permite que ellos tengan un voto duro consolidado y creciente para cada proceso electoral y esto limita su capacidad de competir solos. Saben que para efectos de tener un resultado favorecedor, necesitan hacer una alianza. Ahora ya tenemos a los candidatos independientes y esto, obviamente obliga aún más a los partidos políticos a hacer coaliciones o alianzas para poder mantener el registro o, en su lugar, no desaparecer; porque si hay un candidato fuerte, esto los puede debilitar. Hay tres elementos para votar en una elección que deben capitalizar los partidos: el partido político, la persona o sea el candidato o candidata, y la plataforma política o las ideas que se van a publicitar y que después se van a convertir en plataforma de política pública. De estos tres elementos, el ciudadano está privilegiando más a la persona; entonces, como destaca la persona, si hay rasgos de empatía entre ciudadano y candidato, es probable que sea un factor de riesgo o una amenaza para los partidos políticos, un candidato independiente fuerte. Concretamente el PAN con el PRD, son dos ideologías completamente contrastantes. Desde mi perspectiva, en ánimo de obtener el poder me parece que esto puede ser un mensaje que puede ser confuso para el ciudadano, porque si son congruentes con sus propios principios sería muy complicado para el ciudadano realmente revalidar o legitimar una candidatura de estas características porque son incompatibles y no solamente para ganar la elección, si no para gobernar ¿Cómo van a gobernar dos puntos de vista que son divergentes? Es una dicotomía desde una perspectiva ideológica y esto no permite que los ciudadanos tengan claridad para poder anticipar cómo nos van a gobernar. ¿Fracasaron las ideologías? ¿Fracasó el hecho de que los partidos políticos atraigan con base en su ideología, a posibles votantes?- Es complicado porque, efectivamente, tenemos un problema: Los partidos políticos viven una crisis de representatividad política porque, desafortunadamente, hemos tenido casos de una baja credibilidad y confianza. Tienden a representar intereses privados, intereses propios y no los intereses generales o los de la voluntad popular que, en sí, tendría que ser su máxima o prioritaria función en un Congreso. Entonces, el ciudadano se retrae o se abstiene de votar o vota por otras alternativas, la que sea y desafortunadamente la intención de voto en los últimos años, no necesariamente se refiere a la mejor forma de gobierno si no a la menos mala que hay. En ese sentido, desafortunadamente no se le ha dado, por parte de los partidos políticos al ciudadano, los suficientes motivos para votar por la mejor opción de gobierno, ya sea en el Ejecutivo o en el Legislativo; entonces, las ideologías no han encontrado cabida porque no han representado realmente esa función de representación de los partidos, que son los órganos de decisión colectiva y entonces los ciudadanos sienten que no pueden confiar. Se manifiesta este ánimo colectivo de hartazgo, de desconfianza, de desinterés, de apatía, que se ve muy reflejado y muy claro en los resultados de la participación política. Hay una parte de la militancia, tanto del PAN como del PRD, que no estarían dispuestos a apoyar a determinados candidatos o a hacer una alianza, no estarían conforme los propios militantes, algunos se han manifestado en no ir a una alianza incompatible para ellos; esto puede representar una debilidad interna, fracturas internas en sus partidos; lo cual, en el caso específico del PAN, sería el escenario más desafortunado porque de por sí tienen ya una crisis interna.
Hay muchos perfiles que se han inclinado hacia Morena ¿cuál es el riesgo que estaría enfrentando este partido, de cara al 2018, con esa situación?- Esta es una característica que parte de la crisis que surge en los partidos políticos. Actualmente tiene que ver con una reconversión o una reconfiguración de lo que significa hacer una carrera política, es decir, anteriormente nosotros veíamos candidatos que primero habían sido presidentes de colonias, de fraccionamientos, del partido; después diputado local e hiban escalando había una trayectoria política dentro de un partido para poder tener acceso a ciertos cargos de elección popular. Hoy vemos que no es necesaria la militancia, vemos gobernantes que no tienen partido, no es necesaria esa trayectoria. Tenemos problemas de representación política, de desideologización política, ya no es necesario que la militancia fortalezca esa trayectoria en los candidatos; incluso, hay autores que han calificado esta posición como 'agencias de colocación'. Existe el riesgo de convertir el partido político no en un órgano de representación colectiva, sino en una agencia de colocación de candidaturas. Sería muy importante identificar cuáles son los perfiles más adecuados para poder postularlos considerando su pasado, en qué partido político han militado anteriormente y cuáles han sido sus resultados o cuál ha sido el prestigio o reputación que han tenido en su carrera política. Los partidos tampoco son abiertos en sus procesos internos y ellos pueden arreglarlo como lo definan; pero el estar cambiando de ideologías constantemente hasta hace que la personalidad que se va a querer postular para una candidatura, tenga menor calificación por parte del ciudadano, que lo desvirtúa en lugar de calificarlo como una persona que tienen capacidad de estar en diferentes partidos. La función de los partidos políticos es fundamental para la democracia; pero tan en crisis están los partidos que ahora ya se hace una reforma y tenemos candidaturas independientes; entonces, sí tienen que pensar los partidos, específicamente Morena porque tiene un buen resultado electoral, es una de las tres fuerzas políticas de este estado. Ante la pérdida de capacidad para generar una plataforma política, ¿hacia dónde se están enfocando los partidos, hacia temas meramente mercadológicos?- Por un lado me parece que es importante, se necesita tener diferentes canales de comunicación con el ciudadano, no podemos restringirlo a la publicidad de una imagen donde también ha habido un abuso o exceso de publicidad de parte de los partidos, de candidatos o líderes de partidos. Es mucho el dinero que se gasta en publicidad política para enaltecer la figura de una persona, en lugar de comunicar al ciudadano por qué es importante votar, por qué es importante involucrarse en la vida pública, cuál es su responsabilidad, cuál la de los partidos. Estamos publicitando una propuesta de gobierno. En la democracia actual, estamos ocupando el marketing político, que es fundamental en México. Hay un parte aguas con Vicente Fox, donde se construye una marca. Los políticos son como una marca, pero no se trata nada más de publicitar una marca porque esto no es un mercado comercial, es un mercado político-electoral y lo que tienes que hacer es comunicar ideas, identificar demandas ciudadanas y entonces, proponer un proyecto de gobierno. Ese es el tema, y es lo que se ha perdido en el camino. ¿Crees que los partidos políticos se puedan recuperar alguna vez de la crisis en la que se encuentran?- Es complicado pero lo tienen que hacer. Una de las posibilidades que tienen de cambiar radica en las personas, los cambios generacionales. En las clases políticas te dan la posibilidad o la oportunidad de refrescar la política, darle otra cara y generar resultados, entender la lógica del comportamiento social. El ciudadano no es apático porque sea apático, el ciudadano se retrae porque siente que no es tomado en cuenta, que todos mienten, que en nadie puede confiar y que nada va a cambiar este país. Cuando no se vota quiere decir que no confías, es una manifestación de que no confío en nadie y por lo tanto, no voto por nadie; pero la realidad es que si le damos el voto de confianza a los partidos políticos.
Entonces ¿el marketing político tiene fecha de caducidad para ganar la elección aunque sea nada más enfocado a la persona?- Es que hoy por hoy el marketing político es una herramienta fundamental para una campaña política y también hay marketing público que es el que se está moviendo para decirte por qué una política pública es la mejor para todos. Si esto se consigue, se crea el valor público, que es la capacidad que tiene el gobierno de implementar políticas públicas y que la ciudadanía las acepte. Antes y después de la elección, se necesita de marketing político-electoral y se necesita de marketing público; pero los fines para los cuales se utiliza es el que tienen que cuidar los partidos, y el fin lo vas a ver reflejado en los resultados. El problema son los insuficientes resultados, es en lo que tiene que trabajar el gobierno, en la gobernabilidad, que es la capacidad de dirección de gobierno. Es sano que México tenga un sistema de partidos plural y polarizado, porque tenemos más de seis partidos políticos. Venimos de un sistema de partido hegemónico, decía Giovanni Sartori, politólogo italiano, que México tenía una simulación democrática, simulábamos la democracia porque supuestamente había competencia, la realidad es que no había competencia real, siempre ganaba el PRI. Ahora es muy difícil predecir quien va a ganar el despuntado electoral, porque tenemos nueve partidos políticos en el ámbito nacional y los partidos locales que vayan a competir por la elecciones locales. Al haber tantos partidos políticos, hay una diversidad y una pluralidad con oferta política, el ciudadano tiene de donde elegir. Hablando del populismo que ya es usado como sinónimo de Morena y Andrés Manuel López Obrador, en el 2018 ¿vamos a tener un 'todos contra el populismo'?- Se ha empezado a construir esta imagen que obviamente se quiere asimilar o equiparar concretamente con el caso de Venezuela. El resto de los partidos políticos han construido o reforzado una imagen anti López Obrador, precisamente por destacar los negativos de porqué un populismo sería una forma de gobierno que no es conveniente para el país, que no resuelve los problemas, que no sabe cómo hacerlo, o que no tiene los suficientes elementos, ni conocimientos ni experiencia para poder hacerlo, ante el crecimiento de la imagen presidencial o de candidatura presidencial de Andrés Manuel, que en las últimas tres elecciones, se ha mantenido. Todos los partidos políticos en contra de Andrés Manuel López Obrador, inclusive el propio PRD, los militantes de izquierda han sido quienes también han señalado a Andrés Manuel López como una figura o un personaje que está enfrascado en una posición política muy personal y muy autoritaria, no dispuesto al diálogo, a la concentración de acuerdos, no dispuesto a tener alianzas ni acobijar, tampoco a un frente unido de izquierda, cuando somete al PRD para tomar esta decisión y les advierte 'si ustedes no declinan esta candidatura para el gobierno del Estado de México y no apoyan a Morena ahora, olvídense del 2018', está prácticamente condicionando y amenazando los próximos procesos de negociación. Esto refuerza el radicalismo, la falta de generar acuerdos.
¿Los políticos mexicanos están preparados para gobernar en un frente o una coalición?- Hemos visto algunos casos en el ámbito local, en caso de Puebla fue una de la razones por las que el PRD decide ir solo en la última elección de gobernador y no apoyar una coalición. Depende mucho del nivel de cumplimientos que se tenga, para que haya un gobierno de coalición se necesita que los partidos políticos realmente cumplan sus promesas entre ellos mismos; porque para ganar una elección es relativamente sencillo que se pongan de acuerdo, establezcan una estrategia político-electoral; pero a la hora de repartir las carteras de gabinetes, para poder identificar cuáles son los temas sustantivos donde cada uno pueda fortalecer más un proyecto de gobierno, es donde tenemos un problema. Si para ganar la elección sumamos los votos, esa no debe ser la única razón para unirse, nos unimos porque compartimos un proyecto en común, porque sí encontramos la capacidad de hallar la forma de que cada quién sume lo que le corresponde como partido político para hacer un gran proyecto político unificado. Se supone que eso es lo que están trabajando a nivel nacional, pero la realidad es que si únicamente se van por la parte electorera, el riesgo que se corre es que al final se va a desunir esa coalición tan pronto se defina quien no va a tener las carteras que esperaba. |