El éxodo de familias damnificadas por el sismo

Alejandra Sánchez perdió su hogar en el sismo que sacudió el centro de México, durante las noches tiene que dormir en una casa de campaña

Ni tenemos casa ni nos podemos ir porque no sabemos lo que va a pasar, en cualquier momento pueden llegar a tirarla y tenemos que estar aquí, apuntó la señora Alejandra Sánchez Tépoz, que cuenta con una propiedad de adobe y piedra colapsada totalmente en su interior.

Con lágrimas en los ojos clama una casa de campaña para dormir la noche del viernes, ya que lleva dos días durmiendo con su familia en la intemperie, frente a lo que representa su único patrimonio, un par de muebles y electrodomésticos que logró sacar con el apoyo de sus vecinos luego del sismo de 7.1 grados en escala Richter ocurrido el 19 de septiembre.

Desde que se presentó el movimiento telúrico ha tenido el apoyo de sus vecinas, que le ayudaron a sacar lo que se encontraba a la mano y libre de escombros, comenta que lleva tres días comiendo de lo que le regala la gente, porque no se ha alejado de lo que queda de su casa.

"Yo ya no veo bien, pero me han comentado las vecinitas que está abierto en las esquinas, de en medio igual y los cachos de abobe se han caído poco a poquito porque ve que han estado despacito las réplicas, entonces dicen que nos esperemos un poco porque va a venir una máquina y va a tumbar la casa porque ya no tiene remedio", mencionó.

A las afueras de la casa de la señora Alejandra Sánchez ya se colocaron sellos con la leyenda "prohibido el paso", pero su prioridad es sacar todo lo que pueda, porque sabe que será lo único que tenga una vez que demuelan su casa, en la que ha vivido toda su vida.

El arraigo y la nostalgia que le genera lo poco que tiene, la obliga a quedarse cerca, por ello ha decidido no mudarse al algún albergue, además nadie le ha dado la certeza de algún apoyo para la reconstrucción, hecho que le genera mayor incertidumbre.

"Ahorita no tenemos casa, pero no nos podemos ir, nos hemos quedado acá, andamos pidiendo una casita de campaña que nos regalen porque ve que ayer se nubló y pensamos que iba a llover, gracias a dio no llovió, pero no nos podemos ir porque ve que vienen a la una a las dos de la mañana y checan la casa, entonces preguntan y tenemos que estar pendientes", dijo.

Entre las pertenencias de la familia de Alejandra Sánchez se encuentran, varias sillas, cajas de ropa, unos cajones del ropero y algunos utensilios de cocina, que se convertirán en su único patrimonio una vez que su casa sea derrumbada.

Las vecinas de la señora Alejandra Sánchez permanecen con ella todo el día para que no desfallezca, le hacen compañía y le ofrecen comida, por tiempos asilo y también su hombro para cuando quiera llorar, porque ha estado inconsolable desde que se dio cuenta que había perdido su casa a raíz del temblor.

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