"El área de urgencias es una zona de guerra", aseguraron derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) La Margarita, quienes señalaron que el nosocomio no se da abasto para atender a los enfermos, lo que ha propiciado que estos no reciban atención durante varios días. Pacientes y familiares denunciaron a El Popular, diario imparcial de Puebla, que la espera por una atención médica se ha prolongado por mucho tiempo, debido a que el área de urgencias presenta sobrecupo, hecho que ha generado un caos al grado de que familiares de pacientes han obstruido la entrada de ambulancias. Gente sentada en el piso esperando a ser atendidos, es el común en el Hospital La Margarita, donde se observan a personas colocar periódicos para no sentir el frío del piso, incluso algunos han optado por poner cobijas para "no hacer tan larga la espera".
La llegada de ambulancias es constante e ingresan desde varios puntos del estado, esto desde que se anunció el cierre de operaciones del Hospital San Alejandro debido al debilitamiento de su estructura tras el sismo del pasado 19 de septiembre. La mañana del pasado miércoles ingresó una ambulancia proveniente de Tepexi de Rodríguez, a pesar de que el lugar ya no cuenta con más espacio para la atención. De la misma descendió una señora en camilla; sin embargo, al ver la presencia de la reportera de este medio, los empleados del nosocomio pidieron que no se tomaran fotografías para evitar difundir la situación del nosocomio. Juan Martínez y su familia viven en Tecamachalco, pero tuvieron que trasladar a uno de sus tíos por cálculos renales al IMSS de San Alejandro; no obstante, tras el sismo, los enviaron a La Margarita, donde aseguraron que la atención no ha sido mala pero sí ha sido tardada, y por lo tanto, la recuperación de su familiar, lenta. "Los internos nos dicen que andan como locos, que no han dormido, y vemos que hay mucha gente, es preocupante porque si en el otro hospital que era el bueno (San Alejandro) ya no se daban abasto, aquí estamos peor", mencionó. Por su parte, Mariana Machorro compartió que sus familiares también fueron trasladados de Tehuacán al nosocomio de San Alejandro en Puebla, y tras el temblor los tuvieron que reubicar; la espera para obtener camilla fue muy larga y la atención de las enfermeras ahora es mínima. "Nos dijeron las enfermeras que tratáramos de estar afuera más tiempo y sólo si nuestro familiar necesitaba ayuda muy personal ingresáramos, o hasta la hora de dormir, porque ya había mucha gente", señaló. Este medio pudo corroborar que en la salida del hospital hay muchos familiares que han optado por pasar su tiempo a las orillas de inmueble "que estar estorbado" en los pasillos, explicaron que el exceso de gente hizo que tomaran esa decisión. Ambas familias comprenden la situación y aplauden el trabajo que han realizado los enfermeros y médicos; no obstante, pidieron a las autoridades intervengan para que puedan canalizarlos en otras clínicas. En entrevista con este medio, Juan Pablo, quien pidió no mencionar su apellido, compartió que su hermano tiene diabetes, lo ingresaron por malestar en la pierna; a falta de atención médica su situación se ha complicado, ahora la familia teme que tengan que amputarle el pie. Si bien aseguró que la atención al principio fue buena, señaló que ahora es escasa, "no culpo a nadie, al contrario, los entiendo, no pueden consultar a todos, además en dónde metes a tanta gente, el problema es que ya fueron sobrepasados y necesitan ayuda de otros hospitales, porque situación como la de mi hermano se puede volver a repetir", relató. Una vez que trabajadores del hospital notaron la presencia de este medio, se acercaron a Juan Pablo para pedirle los datos de su hermano, el piso en dónde se encontraba y cuál había sido el problema, le pidieron paciencia y le aseguraron que pronto lo iban a tratar. |