Los nexos con fuerzas políticas, su participación en la administración pública, así como la posible detección de actos de corrupción en su trayectoria, fueron los principales cuestionamientos de la Comisión de Selección a los aspirantes a integrar el Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción.

Entre los más cuestionados por su participación en la administración pública se encuentran Karen Berlanga Valdés, quien reconoció haber trabajado en la gestión del ahora exgebernador Rafael Moreno Valle Rosas; Enrique Campos Ramírez, quien fuera militante del PRI y servidor público en el gobierno de Mario Marín Torres; así como José de la Fuente y Linares, quien se desempeñó como subsecretario de Comunicaciones y Transporte en ese mismo periodo.

En tanto, a personajes con trayectoria en áreas de control, como José Marún Doger y Corte se le cuestionó su trabajo como encargado del órgano de fiscalización y sus acciones para castigar los desvíos de recursos, comunes en la administración pública; mientras que a Carmen Leyva Bathory se le preguntó sobre sus acciones en la Contraloría y Coordinación de Transparencia municipal.

Uno de los primeros en ser entrevistados fue Fidencio Aguilar Víquez quien se desempeñó como consejero del Instituto Electoral del Estado (IEE), en su momento, aseguró que su paso por el organismo fue transparente y con un trabajo para promover la democracia, al mismo tiempo, consideró que su cargo anterior no iría en detrimento de su imparcialidad al ser parte del Comité.

Karen Berlanga se anunció como coordinadora del Gabinete de Seguridad en el sexenio anterior y cuando los integrantes de la Comisión le preguntaron sobre actos de corrupción, confesó que en su paso por Diconsa un proveedor le ofreció 6 millones de pesos para favorecerlo en una licitación, mientras que otro distribuidor pretendió darle una comisión económica pero en vez de recibirla, pidió que se aplicara en descuentos en las tiendas de la cadena. Aún con ello, se proclamó como uno de los mejores perfiles, pues conoce dónde se encuentran las irregularidades. 

Para Enrique Campos Ramírez, que se presentó como un académico, los cuestionamientos versaron sobre sus nexos con la política, toda vez que trabajó en el DIF en la administración de Mario Marín y se postuló como síndico en la campaña de Mario Montero; no obstante, dijo que después del 2010 dejó el PRI y aseguró que en su paso por la administración pública denunció los actos de corrupción de su conocimiento, incluso renunció a un cargo por éstos.