Gobierno poblano ha quedado a deber mucho: Abayubá Duché

El aspirante a candidato independiente asegura que los partidos políticos se encargaron de destruir la confianza de la ciudadanía

Forma parte de la aclamada generación millenial, le dicen ya "el Kumamoto poblano", aún no es muy conocido pero asegura que la verdadera política es la que se construye desde abajo y se mantiene al nivel de la ciudadanía, y con ello, buscará sumar firmas para que lo respalden y logre una candidatura independiente a la diputación federal por el distrito 12, es Abayubá Duché García.

Tiene 26 años, pero para él una suficiente experiencia de vida entre México, Estados Unidos y España que le dan la fuerza para lanzarse en el camino para conseguir una candidatura dentro del proceso electoral 2018. En entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla, el aspirante político aborda su evaluación en el ejercicio de la política nacional y estatal, así como las deficiencias que se observan en el aparato legislativo mexicano.

 

¿De dónde eres Abayubá?

-Nací en la Ciudad de México pero desde bebé vine a Puebla a vivir, crecí acá, estudié acá desde el kínder hasta la universidad y me considero poblano 100 por ciento. Mi nombre es indígena que significa jaguar, además es mi animal favorito y me enteré que mi nombre era jaguar mucho después de haber decidido que mi animal favorito era el jaguar, por lo que es una coincidencia interesante.

 

¿Qué estudiaste y en qué te has especializado?

-Estudié comunicación en la BUAP, soy Licenciado en Comunicación, después tuve la oportunidad de ganar una beca para ir a estudiar a Estados Unidos, sobre Política Pública y Sociedad Civil en Washington, una especialización, y después gané otra beca para ir a Madrid, España a estudiar mi maestría en Gobierno y Gestión Pública.

 

¿Por qué la política, en dónde se centra tu mayor interés?

-En realidad y, al principio debo serte honesto, no me interesaba tanto la política desde la lógica tradicional, o sea, que la política es burocracia, contrapesos, dificultades para hacer algo, o corrupción o impunidad, no me gustaba eso, pero cuando gané la beca para estudiar en Estados Unidos, empecé a trabajar en una organización no gubernamental que se llama Latino Economic Development Center y desde ahí me tocó cabildear el presupuesto de vivienda para Washington DC, que es un territorio autónomo, no es un estado, y por tanto depende financieramente y presupuestalmente del Congreso de Estados Unidos y entonces a mí me tocó hacer esta campaña de Housing For All para incrementar el presupuesto de vivienda para la comunidad latina y me di cuenta de que la política no tenía que ser todo eso que nos habían contado, no tenía que ser corromperse o robar o ser una mala persona, si no que política era hacer proyectos o políticas públicas que beneficiaran a un sector de la sociedad que estaba enfrentando cierto problema. En mi caso, el problema que estábamos enfrentando era que Washington tiene unas rentas altísimas y la gente o los migrantes, sobre todo si son ilegales, no pueden pagar esas cantidades de dinero por una casa y cuando vi el resultado y me di cuenta que se había logrado todo eso, entonces vi que yo quería hacer eso, quiero dedicar mi vida a gestionar este tipo de proyectos, a transformar la vida de las personas. En México, la política ya está bastante lastimada, al menos la percepción de la política es bastante mala y junto con unos amigos y compañeros de la universidad dijimos que íbamos a recuperar la política.

 

¿Cómo decidiste asumir el hecho de aspirar a una candidatura, de participar en el proceso electoral del 2018?

-En realidad muchos chicos estábamos interesados en participar, la verdad es que hay ciertas cosas que pasaron los últimos años que nos fueron motivando, cosas buenas y cosas malas; por un lado ver proyectos ciudadanos en México y en otros países que funcionaban y que estaban saliendo bien y dijimos: ¿por qué en Puebla no se puede? y pues dijimos vamos a hacerlo, algunas cosas malas como los escándalos de corrupción que son extraordinariamente alarmantes y decir que nada pasa en México, todo queda impune. Revisamos el último estudio de índice global de impunidad de la Universidad de las Américas Puebla y hay un nivel de impunidad en México del 99 por ciento, y decíamos: nadie hace nada, las instituciones no están reaccionando y la sociedad tampoco está funcionando, vamos a organizarnos y vamos a hacer algo. Al mismo tiempo entre los perfiles que estábamos ahí hubo muchas evaluaciones, vimos quién realmente quiere echarse el reto, porque al final tu imagen y tu seguridad están de por medio, tu privacidad está de por medio, ¿quién realmente se echa el reto? Algunos levantamos la mano, entre nosotros dijimos que el mejor perfil era yo, por los estudios, por lo que puede representar para el grupo y de ahí salió esta candidatura y por supuesto que yo la acepté y me gusta, estoy comprometido con este proyecto.

 

¿Cómo observas el panorama para los que aspiran a la política por la vía independiente?

-Creo que no hay que casarse con una figura jurídica como las candidaturas independientes, la candidatura independiente simplemente es que no eres parte de un partido político, eso no te hace mejor persona, no te hace honesto, tampoco te hace corrupto, simplemente es un mecanismo para poder participar en la vida pública de México y, en ese sentido, nosotros optamos por esa vía, porque sabemos que los partidos políticos no nos representan, así como está El Bronco, también hay gente como Pedro Kumamoto que representa todo lo contrario. Entonces creo que no podemos hacer una generalización de las candidaturas independientes, incluso creo que generalizarlas sería subestimar la inteligencia de los ciudadanos, es como decir que no tenemos la capacidad de diferenciar entre una persona u otra, creo que todos nosotros nos damos cuenta inmediatamente cuando una persona realmente está enarbolando un proyecto ciudadano y plural, y cuando alguien simplemente quiere llegar a un puesto público, que es legítimo también, pero por otras vías, nosotros no nos casamos con la figura, es una herramienta pero al final lo que importa no es el medio si no el cómo se gobierna.

 

Tu apuesta para obtener la candidatura tiene su base en plataformas digitales…

-En esta primera etapa apostamos a las redes sociales, a la web 2.0, creemos que es un mecanismo muy poderoso que nos puede dar a conocer, finalmente a mí me conocían nada más en mi casa, nunca había tenido una participación partidista o de algún tipo que me hiciera popular, entonces el primer reto a vencer es que nos conozcan, que sepan que existe un proyecto distinto, que hay una alternativa y que esa alternativa es perfectamente viable si la gente lo decide que es lo más interesante. Los partidos políticos no nos preguntan quiénes queremos que sean los candidatos, ellos lo ponen y uno tiene entre dos y tres opciones partidistas y se acabó. La diferencia es que con nosotros sí pueden decirnos: 'quiero que estés o no quiero que estés' y ahí nosotros tenemos que ganar tan solo llegar a la boleta, además de eso tenemos una limitación presupuestal obviamente, primero tenemos un tope para esta primera etapa de 126 mil pesos que es el 10 por ciento del tope de campaña de diputados federales del 2015 y además de eso no tenemos ese dinero. Creemos que la política se tiene que hacer caminando, recorriendo las calles, hablando con la gente entre una o dos personas y eso es suficiente.

 

¿Cómo ha sido el acercamiento con la gente en el arranque que realizas para sumar firmas de apoyo?

-Lo que he encontrado son dos cosas, el primero es que la gente está cansada de la realidad que tenemos. Está cansada de los partidos políticos, de la clase gobernante, pero al mismo tiempo no quiere participar, es una contradicción bastante interesante; y otra cosa que me ha llamado mucho la atención es que los jóvenes somos quienes realmente queremos participar más, las generaciones mayores no, no puedo generalizar pero muchos de los casos en donde hemos estado estos días, nos dicen: 'la juventud es el futuro, la juventud tiene que cambiar pero no quiero apoyarte con mi firma' es una contradicción bien interesante que incluso puede servir para una tesis en algún momento pero al final sabíamos que los retos iban a ser estos. Los partidos políticos se encargaron de destruir totalmente la confianza de la ciudadanía, la gente no confía, no quiere saber nada de política y eso nos preocupa un poquito también nos motiva a trabajar, pero nos preocupa porque este discurso de la política le beneficia básicamente a las élites, les beneficia a los que están de acuerdo con el status quo y nos complica mucho más el trabajo a quienes realmente queremos transformar la manera en que se hace política en México.

 

A parte de los derechos humanos ¿qué otros temas estás buscando consolidar en caso de obtener la candidatura en diputación federal?

-Hay tres puntos de presión que creemos son importantes en esta primera etapa y todas las iniciativas y compromisos que hemos hecho se aglutinan en esos tres puntos de presión, el primero es una cultura de la moderación, en México la clase política nos cuesta muchísimo dinero, no solamente sus salarios si no todos sus privilegios y sus gastos excesivos, son demasiado altos, nosotros tenemos que lograr como generación que la política no sea un espacio para enriquecerse, no sea un espacio aristocrático, si no que sea un espacio de servicio público y tenemos que lograrlo y para eso necesitamos que la política tenga una cultura de moderación forzosamente, en esa parte tenemos algunas iniciativas que iremos proponiendo, que van desde eliminar partidas secretas que siguen existiendo en el Estado mexicano, por ejemplo en la Cámara de Diputados están las sub versiones partidistas que en 2016 fueron más o menos mil 200 millones de pesos que los 500 diputados podían ocupar como quisieran, sin tener que presentar un solo ticket ni siquiera a la Auditoria Superior de la Federación, ese tipo de cosas se tiene que acabar.

El segundo punto de presión que nos interesa es el del Estado de Derecho, que las leyes sean exactamente iguales para todos, no lo tengo que decir porque todos vivimos la misma realidad pero en México hay gente que está por encima de la ley, que puede transformar la ley a beneficio personal y que si rompe con la legalidad del sistema puede quedar impune sin ningún problema, creemos que eso tiene que cambiar, ahora el tema es pertinente por lo que está pasando con la Fiscalía General de la República y el Sistema Nacional Anticorrupción, creemos que también la ciudadanía debe tener ciertas herramientas para fiscalizar a sus políticos.

El tercer punto de presión que nos interesa son los controles ciudadanos, que si nosotros ponemos a los representantes también los podemos quitar, si son ineficientes, corruptos o no están cumpliendo con su agenda que se tengan que ir, para eso hay que hacer una ley secundaria que meta ciertas figuras jurídicas como las consultas populares, el referéndum y el plebiscito.

 

¿Cuál es tu evaluación del ejercicio de la política en Puebla?

-Los gobiernos poblanos, el actual y el pasado, han quedado mucho a deber a la ciudadanía. Hoy los datos oficiales muestran los índices de inseguridad o de violencia que hay con reportes de las propias fiscalías. La cantidad de feminicidios que hay en Puebla son alarmantes por los niveles pero también por la incapacidad o la omisión de la autoridad. Puebla tiene una gran capacidad para organizarse increíble, hay colectivos de todo tipo, colectivos de urbanismo, de ciclismo, de derechos humanos, de derechos reproductivos, de participación ciudadana, creo que ahí está el futuro de Puebla, que la sociedad civil debe empezar a organizarse con más velocidad, aunque ya lo está haciendo, para fungir con un verdadero contrapeso a los poderes públicos.

 

En materia legislativa ¿cómo ves a los actuales senadores y diputados federales?

-A mí me preocupan tres temas, el primero es el tema de la iniciativa de seguridad interior que propusieron César Camacho del PRI y Roberto Gil del PAN, y me preocupa porque lo que están proponiendo básicamente es legitimar una estrategia totalmente fallida. En 2007, en México teníamos siete homicidios por cada 100 mil habitantes, hoy tenemos 16 homicidios por cada 100 mil habitantes; en 2012 que es la cúspide de la violencia en México, teníamos 24 homicidios por cada 100 mil habitantes, es decir que la estrategia de seguridad interior que siguió el gobierno de Felipe Calderón y continuó el gobierno de Enrique Peña, lo único que han hecho es reproducir muertos y han solucionado mínimamente el problema del crimen organizado. Me preocupa que ahora esa ley legitime estas actuaciones del Estado mexicano y particularmente de la marina y del Ejército. El tema de seguridad interior se tiene que abordar a través de estrategias de prevención pero también con auditorías directas. Pero hay un pacto de impunidad grandísimo porque el Estado ha sido controlado en gran medida por los cárteles del crimen organizado y por algunos privados también, entonces ahí hay un reto enorme para transformar el sistema electoral mexicano, empezar a blindarlo para que el crimen organizado no pueda seguir financiando campañas como ya lo está haciendo.

 

¿Cuál es tu opinión respecto a los políticos que renuncian a su militancia de varios años para lanzarse como candidatos independientes?

-Están en su derecho, legalmente y jurídicamente tienen el derecho a participar y buscar un puesto de representación popular y si la ley lo permite pues está bien. Si me parece un poco contradictorio que personas que han estado 10 ó 12 años en un partido político, que han vivido de ese partido político, que su carrera política ha sido o ha estado impulsada por esas estructuras, de repente se hayan dado cuenta que son corruptas, que no es el camino, me parece un poco extraño. Creo que las candidaturas independientes surgieron para que ciudadanos que nunca hemos estado involucrados en partidos políticos podamos participar en la vida pública de México, y deberíamos intentar que más ciudadanos y más ciudadanas estemos buscando esos espacios públicos.

 

¿Cuántas personas te están apoyando en el camino a la candidatura?

-En el equipo nuclear somos 12 personas, que hemos armado toda la estrategia de recolección de firmas, hemos diseñado la agenda que estamos impulsando, nos pusimos a estudiar, a evaluar cuáles eran las mejores propuestas desde nuestro punto de vista; después hay voluntarios, hay gente que se ha ido uniendo a nuestro proyecto que son más de 100 personas. Estamos conscientes que las grandes transformaciones de los países no se hacen por miles de personas, son grupos que se organizan, grupos que están decididos y que están convencidos de lo que hay que hacerse, si nosotros en este momento somos 12 o somos mil sabemos que vamos a llegar a la boleta y que si llegamos ahí lo vamos a hacer de la mejor forma posible.

 

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