Familiares y vecinos de Atzala esperaron este 1 y 2 de noviembre en sus hogares a las personas que fallecieron el pasado 19 de septiembre a consecuencia del sismo que desplomó la iglesia donde celebraban el bautizo de una menor.

En casas de los familiares y vecinos colocaron ofrendas en honor a Florencio Flores Nolasco, de 54 años; Fidelia Nolasco Zárate, de 53 años; Aurelia Vázquez Pacheco, de 43 años; Susana Villanueva Merecis, de 43 años; Azucena Flores Villanueva, de 4 años; Samuel Flores Villanueva, de 3 años; Carmela Merecis Ramírez, de 63 años; Jacinto Roldán Capistrán, regidor de Chietla; Manuela de León García, de 27 años; María de Jesús de León García, de 7 años; Feliciano Villanueva Merecis, de 38 años; y la menor bautizada que sólo fue identificada por sus apellidos Torres de León, de 3 meses.

El luto se siente en Atzala entre olor a pan, incienso, copal y cempasúchil, con gran tristeza aún se escuchan rezos en las ofrendas, colocadas bajo la creencia de que sus familiares regresarán a convivir con ellos y degustar lo que en vida les gustaba.

Agustina, familiar de los fallecidos en el temblor: Susana Villanueva Merecis, Azucena Flores Villanueva, Samuel Flores Villanueva, Carmela Merecis Ramírez y Feliciano Villanueva Merecis, les colocó su Ofrenda Nueva.

Relató que su suegra Carmela se aseguró desde hace años de que alguien le colocara su ofrenda, por eso ella le prometió que lo haría y para cumplir su compromiso este año colocó una Ofrenda Nueva en honor a sus seres queridos.

En Atzala, los restos de la iglesia aún están a la vista.

Fotos: Lidchy HERNÁNDEZ

Ofrendas mixtecas

En Acatlán se realizó el octavo concurso de ofrendas que resalta las características tradicionales de la región, con la participación de alumnos del Centro de Bachillerato Tecnológico 184 de Acatlán, se presentaron altares a personajes de la política, medio artístico y de la región.

Fermín Rojas, historiador de la zona, mencionó que las ofrendas originales de la mixteca llevan elementos distintivos como el pan de muerto de color rojo, el petate de palma de colores y los carrizos, además de la flor de cempasúchil, las ceras amarillas, el copal, y el incienso. Los estudiantes invirtieron más de 2 mil pesos en fruta, comida, bebidas y dulces típicos.

Por su parte, amas de casa como Esperanza Paz Rojas destinaron mil 500 pesos y señaló "es caro, pero es la tradición, nos gusta conservar nuestras tradiciones de nuestros antepasados".

Lucero Morales destacó que la nuez, el cacahuate y el níspero, son algunos de los principales elementos de los altares que se colocan desde el 31 de octubre.