Alpanocan pierde esperanza de recibir ayuda del gobierno
Los habitantes señalan que con el apoyo de la sociedad civil y su trabajo reharán su patrimonio, ante la ausencia por parte de autoridades
Desde hace tiempo que los pobladores de San Antonio Alpanocan, Tochimilco, no creen en el gobierno, por lo cual tampoco mantienen la esperanza de que lleguen a ayudarlos a reconstruir sus casas que se cayeron hace casi dos meses tras el sismo del 19 de septiembre; por el contrario, saben que sólo la sociedad civil y su trabajo servirán para rehacer su patrimonio, aunque seguramente les llevará años. Margarita Vidal Valdepeña, de 76 años de edad, perdió dos de sus "cuartitos" de adobe y ante tal situación su opción fue rescatar su cama con la ayuda de sus vecinos y sujetar un plástico a las ramas de los árboles, con la finalidad de no sufrir las inclemencias del tiempo. Un par de días después del temblor, recuerda que llegó un grupo de personas, observaron cómo los restos de adobe permanecían en la calle, le preguntaron si necesitaba ayuda y tras la confirmación, dijeron que regresarían; sin embargo, en ese momento no creyó en sus palabras. Minutos más tarde, el grupo de personas llegó con madera, láminas de cartón y herramientas, con todo ello le crearon un cuartito para remplazar el anterior, dijo Vidal Valdepeña, quien al observar la solidaridad decidió retribuir, por lo menos con comida, a quienes le ayudaron. Los benefactores le advirtieron que no preparara nada de comer, pues no lo hacían con esa finalidad, pero además ya los esperaban en otro punto del municipio, mencionó la mujer dedicada a sembrar maíz. Vidal Valdepeña reconoce que este cuartito con láminas de cartón es una ayuda momentánea, pues debido a las características del material con el paso del tiempo, terminará por desaparecer, pero aun así es más de lo que han recibido por parte de las autoridades, quienes no les han dado nada, más que promesas como siempre. Semanas más tarde, llegaron integrantes de otras agrupaciones como los de TECHO para construirle un cuarto de 3 por 6 metros cuadrados, el cual es de madera y fribrocemento, declaró.
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Así nos vamos a quedar, con la casita de cartón y madera porque no tenemos dinero y sabemos que las autoridades no nos van a ayudar, pues si bien, ya pasaron representantes del Fonden hace dos semanas, no les han dado ningún apoyo. Agregó que para edificar nuevamente necesitaría alrededor de 50 mil pesos, entre la compra de material y para pagar el salario de los albañiles, pues ella no puede hacerlo al no tener la fuerza. Una situación similar viven los suegros de Marina Pineda Lima, pues su casa tuvo severos daños y en la actualidad no pueden habitarla. La pareja de 50 años comenzó a dormir en la vivienda de su hijo; sin embargo, en cuanto pudieron se cambiaron a un cuarto improvisado de láminas de cartón. Ellos se dedican a realizar artesanías de palma y dijeron que necesitaban su propio espacio, por lo cual decidieron trasladarse a los cuartos improvisados, agregó Pineda Lima. Para ellos fue un momento muy triste, el descubrir que su casa de más de 20 años se había derrumbado. Un día como todos los demás habían salido a trabajar al campo, ahí sintieron el temblor y nunca imaginaron encontrar su hogar destruido. Sus suegros no han sido los únicos con problemas de esta magnitud, decenas de personas viven la misma situación, pues en un momento de desesperación, todos los afectados se unieron y fueron a reclamar a las autoridades municipales su falta de atención. Los pobladores acorralaron a las autoridades, éstas aseguraron que darían comida a los afectados pero esto no ocurrió, por lo menos en las primeras horas de espera, por lo cual muchos decidieron buscar una solución por sus propios medios, expresó. Detalló que en la actualidad hay un temor generalizado, hay diversos rumores respecto a que las familias que ya han recibido apoyo por parte de organizaciones, ya no tendrán ayuda, en caso de haber, por parte de los diferentes niveles de administración. Muchas otras temen que no se le den recursos sino cuentan con escrituras de sus propiedades y muchas están en esta situación pues sólo tienen un acta de posesión. En su momento, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) registró 22 mil 627 viviendas con prejuicios parciales y 5 mil 744 tienen daños irreparables. A todos ellos, se les daría una tarjeta para reparar los daños. Al primer grupo se les daría 25 mil pesos y al segundo 164 mil pesos. El subsecretario de la Sedatu, Juan Carlos Lastiri Quirós, ha señalado diversas fechas para la entrega de estos beneficios para los afectados, pero hasta ahora no se ha otorgado nada y será el próximo domingo cuando se cumplan dos meses del siniestro.
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