Si tuvieras que llamar a tu familia que no has visto desde hace tres meses ¿qué le dirías?, esa pregunta lanza Hilario Galicia Uriarte, presidente de la Cruz Roja, delegación Ciudad Serdán, a todos los migrantes que llegan a Puebla. Como parte del programa de Asistencia Humanitaria, él y su equipo dejan que los migrantes llamen a sus familiares, otorgan ayuda médica, dan ropa, cobijas, alimentos instantáneos y asesoramiento para su situación jurídica. La Cruz Roja da ayuda inmediata a los migrantes que fueron mutilados por el tren llamado la Bestia, los centroamericanos refieren que el aumento de atracos en la vías férreas ha hecho que Ferromex aumente sus elementos de seguridad, pero estos policías en su gran mayoría son inhumanos, pues al detectar que están en el tren, los avientan aunque esté en movimiento. En su participación en el IV Congreso Internacional de Salud y Migración UPAEP, Galicia Uriarte explicó que Ferromex pasa 52 kilómetros de vías férreas en la frontera de Puebla y Veracruz, el centro de Ciudad Serdán está a 12 kilómetros de estas vías; los migrantes al caer piden ayuda de los vecinos, quienes los invitan a ir a esta delegación de la Cruz Roja. Cuando llegan, por lo regular padecen gripa, tos, enfermedades gastrointestinales o fueron lesionados al desplomarse de la Bestia. Desde hace seis años, de manera anual registran de 2 a 3 decesos por enfermedades crónicas y por lesiones graves. Al ser arrojados del tren, tratan de refugiarse en algunas comunidades del estado, pero en su búsqueda de ganar dinero han sido asaltados y violentados, en específico en los municipios de Esperanza, Tecamachalco y Tehuacán; en donde el crimen organizado los ha interceptado y les quitan el poco dinero que tienen. Los centroamericanos que llegan a Ciudad Serdán, se encuentran con dos tipos de personas, los que los apoyan, les dan comida y los canalizan con Hilario; y los que los tratan mal por el simple hecho de ser de otro país. Ante esta situación, Hilario le expuso a la delegación estatal de Cruz Roja su trabajo y pidieron ayuda para que los hospitales del estado los deje ingresar a los heridos, pues muchas veces nos los quieren aceptar por ser migrantes. Poco a poco han podido sensibilizar a algunos médicos de la región y ellos se han enfocado en gestionar comida instantánea como sopas, atún, pan y café. Les dan medicinas para prevenir que no se infecten por tomar agua de charcos y antes de partir les dan un mapa de todas las delegaciones de Cruz Roja en el país.
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