En cuanto inicia la temporada de lluvia también comienzan los problemas de inundaciones para los vecinos de la colonia Manantiales ubicada en San Pedro Cholula, pues uno de los afluentes del río Atoyac localizado en la zona, se desborda.

En un recorrido hecho por este medio, se observó basura así como acumulación de algunos residuos naturales, aunque algunos habitantes señalaron que en diversas ocasiones han visto restos de colchones así como de otros inmuebles, dejados por personas irresponsables. 

La colona Araceli Tailor Garrido recordó que el año pasado su vivienda se inundó con agua contaminada por lo menos en tres ocasiones y esta situación se repite de manera constante sin que hasta ahora haya una solución.

Karen ROJAS

Agregó que no ha sido la única afectada, pues sus vecinos también han enfrentado está problemática debido a la falta de soluciones de las autoridades y de los mismos poblanos quienes arrojan artículos a la afluente.

Ante este panorama, Tailor Garrido pidió a las autoridades atender esta situación y mandar a limpiar por lo menos una vez al mes, en especial cuando comienza la época de lluvias con la finalidad de prevenir.

A su vez, el habitante Roberto Landeros Rodríguez, mencionó que el problema de que el agua del río llegué hasta los hogares, está vinculado a su cercanía ya que las bardas de algunas casas están en contacto con el agua y sólo en algunos fragmentos hay una separación de alrededor de un metro.

Landeros Rodríguez manifestó que las autoridades jamás pusieron atención respecto a limitar la construcción a los costados del brazo del Atoyac, los colones edificaron sin considerar los riesgos.

A lo anterior se suma la basura que es tirada por visitantes y habitantes, lo cual abona al desbordamiento del río. Rigoberto Landeros puntualizó que hace algunos años ampliaron el río, pero entre las calles Río Lerma y Río Papagayo las viviendas están justo a un lado y por lo tanto no se puede llevar a cabo la misma acción.

Inseguridad, una constante 

Justo sobre el bulevar Forjadores se encuentra una caseta de vigilancia; sin embargo, en esta solo hay personal durante el día y cuando alguien llega a solicitar ayuda no dan apoyo a la ciudadanía al argumentar que son de tránsito, explicó Rosa Jiménez Soto, colona del lugar.

Los asaltos a transeúntes son comunes, pero no es el único delito frecuente, el robo a las viviendas también se da y los elementos de seguridad siempre llegan tarde a las peticiones de auxilio y eso sí las patrullas cuentan con gasolina para arribar, refirió Jiménez Soto.

Ha habido casos en los cuales los ciudadanos al sentirse amenazados por delincuentes acuden corriendo a la caseta de vigilancia pero se encuentra cerrada por las noches y desde adentro los policías afirman que no pueden ayudar porque no es de su competencia, sólo se abocan a casos relacionados con la circulación de los vehículos.

Respecto a este tema, Landeros Rodríguez, también opinó que los responsables de la tranquilidad de los ciudadanos sólo están en el sitio para molestar a los automovilistas durante el día, no se dedican a otra tarea en la zona.

Refieren que los ciudadanos deben enfrentarse al robo de autopartes, además de los delitos antes referidos, por lo tanto es necesario la intervención del gobierno, declaró Rigoberto Landeros. 

Mejor infraestructura 

En la colonia sí existen luminarias en las vialidades; sin embargo, no todas funcionan, algunas ubicadas en lugares prioritarios como las instituciones educativas no sirven desde hace más de tres meses, indicó la habitante Martha Hernández Domínguez. 

Dijo que este aspecto es importante para brindar mayor seguridad a quienes pasan, durante las primeras horas del día o en la noche, momentos en los cuales los atracos se llevan a cabo. 

A su vez, Alma Rodríguez Hernández expresó que es necesario colocar un tope en la calle Lago de Texcoco, esquina con Río Lerma, pues los automovilistas pasan muy rápido y hace dos meses un auto arrolló a su perrita y la mató.

Rodríguez Hernández expuso que las autoridades deberían considerar que no respeten el límite de velocidad, pues el paso de estudiantes debería ser prioridad en el lugar.

Entrada del transporte

Para tomar las diferentes rutas es necesario caminar alrededor de seis calles o más, justo hasta llegar a "la harinera", por lo tanto lo ideal sería que las autoridades validaran la circulación de las unidades, consideró otras de las habitantes llamada Margarita Zepeda Cruz.

Explicó que la situación es más complicada al considerar a los menores de 6 años, quienes se mueven junto con sus padres para asistir a la escuela o durante la noche cuando los delincuentes se aprovechan de los transeúntes.