Nutriólogos, profesión poco reconocida y mal pagada
Al considerar que el 30% de los menores tienen sobrepeso, los comedores de escuelas serían un campo laboral, asegura María de Lourdes Silva
La falta de empleo y que su trabajo sea minimizado, son algunos de los principales retos a los cuales se enfrentan los nutriólogos, pues hay quienes los catalogan en un nivel técnico cuando han estudiado una licenciatura, ante ello cada uno debe buscar las mejores opciones para salir adelante, consideró María de Lourdes Silva Fernández, directora de la licenciatura en nutrición de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), quien afirmó que sí se puede alcanzar un ingreso digno.
"Es complicado encontrar un sitio en donde se cuente con una vacante para un nutriólogo, pero sí hay lugares en donde se puede tener incidencia, es cuestión de demostrar las aportaciones que se pueden hacer", explicó Silva Fernández en el marco del Día del Nutriólogo, el cual se celebra cada 27 de enero.
Los espacios en donde se lograría colaborar son diversos, por ejemplo, se aportarían ideas en los comedores de las instituciones educativas del país al considerar que el 30 por ciento de los menores tienen sobrepeso y obesidad, por lo tanto requieren orientación sobre cómo alimentarse, mencionó. También hay en los gimnasios, los deportistas así como las personas quienes asisten necesitan apoyo en este sentido, en especial al considerar que a nivel nacional siete de cada 10 adultos padecen problemas con su peso, puntualizó. La mayoría de los licenciados en nutrición optan por abrir su propio consultorio, hay quienes buscan un cargo en el sector público o el privado, especificó Silva Fernández. Detalló que un nutriólogo cuenta con un ingreso de 8 mil pesos mensuales, lo cual se debe en general a la desestimación del trabajo, existen contratistas que lo colocan a nivel de un técnico a pesar de ser expertos en sus labores y estudiaron para obtener su reconocimiento. Silva Fernández señala que de manera paulatina se ha cambiado la percepción, pues hace unos años se les decía que eran ayudantes de los cocineros, "trabajo que no es menor, pero los jóvenes asistieron a la universidad", afirmó. Indicó que el número de escuelas en donde se oferta la carrera de nutrición ha incrementado, pues en 1994 no había ninguna institución que la ofreciera en Puebla, en su caso, tuvo que cursarla en la Ciudad de México, pero hasta junio del año pasado había registradas 220, de las cuales, 16 se ubican en la capital poblana y en Cholula; incluso podría haber otros 100 colegios en la entidad que no estén registrados. Manifestó que los egresados también pueden optar por una maestría, pues hay muchos campos por estudiar, entre ellos la alimentación de las personas hospitalizadas. Puntualizó que cada ciclo escolar entran entre 40 o 45 jóvenes a estudiar, de los cuales, concluyen entre 35 o 38. En algún momento hubo un boom por la carrera, pero en la actualidad esta situación se normalizó, ahora inician quienes de verdad quieren ayudar a los demás.
Sale más caro no ir con el nutriólogo La experta de la UPAEP lamentó que persista la queja por el costo de las consultas de los nutriólogos, las cuales oscilan entre 500 y 800 pesos; sin embargo, es mejor tener un balance pues de lo contrario se desarrollan enfermedades o se agravan, una buena alimentación incluso podría evitar una amputación para los diabéticos. A la par, hay quienes prefieren gastar su dinero en suplementos que cuestan más de 2 mil pesos cuando una buena alimentación puede ser más barata, pero no quieren llevarla a cabo porque implica sacrificio y trabajo, concluyó.
EL DATO: En México se celebra a los nutriólogos cada 27 de enero. Esta fecha se instauró por la fundación de la Asociación Mexicana de Nutrición (AMN).
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