El ruido ambiental es un problema importante en la salud y la calidad de vida de los ciudadanos, el estudio Comparativa de Contaminación Acústica en Espacios Públicos, señaló que en el Zócalo de Puebla se generan entre 50 y 90 decibeles (dB), cuando se considera que lo adecuado para el oído humano está entre 15 y 30, pues más decibelios son un peligro para la salud. El texto que se publicó en polaco y bajo un sello universitario, destacó que en el centro de la ciudad hay un alto rango de dB, en esta zona hay puntos críticos que se encuentran fuera del nivel permitido y por encima del ideal. El documento explicó que en los últimos 50 años el Centro Histórico de Puebla ha estado expuesto a fuertes transformaciones económicas y demográficas, aunque el número de habitantes se había estabilizado en alrededor de 100 mil desde principios de los años 20 y hasta los 50 del siglo pasado, en los años 70 se produjo un crecimiento demográfico que se aceleró cada vez más. La vegetación ayuda a disminuir los ruidos desagradables, con el sonido de las hojas o el canto de las aves; sin embargo, todo eso ha quedado en segundo lugar con la construcción de casas, plazas comerciales y aumento de tiendas. A pesar de los cambios realizados para reducir el tráfico en el centro, el texto indica que por la movilidad que se genera para trasladarse de un lugar a otro existen factores que aumentan el congestionamiento vial en ciertas zonas, como las marchas que se realizan y a que a la vez influye en el ruido. Otro factor que genera la contaminación acústica de Puebla es la costumbre de tocar el claxon que da como resultado una contaminación sonora en la zona turística y habitacional de la Zona de Monumentos de Puebla. Entre semana la fuente de ruido es menor al no existir mucha actividad en el zócalo de la ciudad, la mayor contaminación acústica es generada por el tráfico. Para reducir este impacto sonoro, la investigación propone una política pública que promueva la disminución de velocidad en zonas cercanas a hospitales o centros educativos, reducción del número de vehículos y el uso del transporte público eficiente.
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